"No más racismo a los alumnos". Así reza uno de los tantos carteles dispuestos en el frontis del Liceo Agrícola de San Miguel de Azapa., anunciando la "toma" que los estudiantes y apoderados iniciaron ayer domingo, por denuncias contra la plana directiva del establecimiento sobre discriminación racial hacia los escolares.

El colegio tiene una matrícula de 845 alumnos, de los cuales un buen porcentaje corresponde a hijos de padres inmigrantes o que poseen nacionalidad boliviana y peruana.

La presidenta del centro de alumnos Jéssica Flores, de nacionalidad boliviana, señaló que llegaron a esta medida extrema "por el maltrato que el director y la jefa de la Unidad Técnico Pedagógica a los alumnos y a los profesores. Nos han postergado soluciones a problemas de infraestructura y cuando hemos reclamado, hemos sido maltratados".

Hace pocos minutos y tras dos horas de reunirse con las directivas de los centros de alumnos y apoderados en el colegio, el alcalde Gerardo Espíndola anunció un sumario administrativo, la creación de una mesa de trabajo y la no aplicación de represalias a los alumnos.

El planteamiento deberá ser sometido a una asamblea estudiantil durante esta tarde. Sin embargo, la postura de los alumnos es que sea apartado el director y la jefa de UTP inmediatamente. El alcalde dijo que no podía acceder a esa petición, sin mediar un sumario, a raíz de que el directivo fue contratado hace un año por el Sistema de Alta Dirección Pública.

En las denuncias acusan al director del establecimiento, Rubén Arredondo de no atender problemas graves de infraestructura, como la falta de agua en las duchas de un centro de prácticas agrícola y maltrato verbal a la vicepresidenta del centro de alumnos, por denunciar este problema.

También señalan que existe un clima hostil desde la Unidad Técnico Pedagógica hacia los profesores.