Este martes se publicó el segundo reporte del estudio llamado “COVID-19 Health Care Workers Study”. Una investigación que busca evaluar el impacto de la pandemia en la salud mental del personal sanitario, así como también implementar medidas de resguardo.

De acuerdo al sondeo, un 10,1% de los funcionarios de salud ha deseado estar muerto o irse a dormir y no despertar, siendo las mujeres las que tienen mayor propensión a ideas de muerte (11,8%), versus los hombres (6,6%).

La indagación fue integrada por 30 países, incluyendo Chile. Tanto el Colegio Médico, Universidad de Chile, Católica de Chile (PUC), de O’Higgins y Central participaron como integrantes de este estudio internacional, el que contactó a casi mil funcionarios de 36 centros de salud.

Respecto a la cifra inicial, también se generaron otros datos: el 32% de quienes han querido morir piensan en ello de 2 a 5 veces por semana. Además, el 1,3% de los consultados ha pensado en suicidarse, y varios de ellos lo analizan cada semana.

Paula Bedregal, doctora, académica de Salud Pública de la UC e investigadora del estudio, afirmó que ”aspectos ligados al ambiente laboral jugarían un rol en la salud mental y presencia de ideas de muerte”.

En esa línea, la académica destacó la “percepción de insuficiencia de elementos de protección personal (EPP) y de discriminación de la comunidad a profesionales de la salud que se encuentran en contacto directo con el virus Covid-19”. Lo anterior queda retratado en las cifras, ya que un 59% de quienes manifestaron querer morir considera insuficiente los EPP en su trabajo y el 52% ha sufrido discriminación vinculado al Covid-19.

Sobre las ideaciones de muerte, el 73% afirmó no haber recibido apoyo psicológico.