Los equipos médicos están trabajando a toda su capacidad para enfrentar la pandemia del coronavirus, que ayer mantenía a 6.936 personas hospitalizadas y 337 en estado crítico. Hasta ahora, junio parece el mes más complejo, pero los expertos han advertido que la situación se podría alargar hasta septiembre.
La llegada de la primavera, sin embargo, no significaría un respiro para el personal de salud. Según una proyección de la Fundación Politopedia, tras el Covid-19 los hospitales enfrentarán una nueva “epidemia”, esta vez de cirugías y atenciones que han quedado postergadas, a raíz del cierre casi total de pabellones y consultas médicas de especialidad en la red pública. Y la cifra preocupa: serían más de 2,6 millones de prestaciones las que deberán reprogramarse.
El estudio revela que entre septiembre de 2019 y marzo de este año, cuando el país vivió el estallido social, las atenciones incumplidas del programa de Garantías Explícitas en Salud (GES) sufrieron un primer impacto, al pasar de 7.600 a 19.653, según estadísticas del Ministerio de Salud.
Ahora, se proyecta que, entre marzo y septiembre, período en que se estima la pandemia tendrá copada la capacidad asistencial, se sumarían otros 181 mil casos atrasados, porque los recintos, en la práctica, están atendiendo casi solamente emergencias. Eso quiere decir que en octubre, considerando el estallido social y la crisis sanitaria, se habrán acumulado 200.891 atenciones GES incumplidas, 26 veces más de las que había en septiembre de 2019.
Eso no es todo. El mismo análisis advierte que, a los dos millones de atenciones retrasadas de la lista de espera No GES que había en marzo pasado, se sumarán otras 2,3 millones de atenciones más. Y que a las 296.820 cirugías electivas que estaban pospuestas al primer trimestre de este año, se añadirán otras 125 mil, es decir, un 47% más.
Victoria Beaumont, directora ejecutiva de Politopedia, explica que este abultamiento de la lista de espera se debe no solo a la falta de capacidad para atender casos que no sean coronavirus, sino también a que la gente ha dejado de controlar sus problemas de salud, por temor a contagiarse.
“El desafío del Covid-19 ha sido tremendo, pero después vendrá el de las listas de espera. Esto implica que no habrá un respiro para los equipos médicos, vamos a necesitar que se incorporen otros equipos y el Minsal tendrá el tremendo desafío, en los próximos dos años de gobierno, de volver a generar ritmos de producción hospitalaria”, advierte.
Exceso de mortalidad
Se trata de postergaciones que no solo engrosarían los registros, sino que, paradojalmente, también podrían elevar el índice de letalidad a partir de un agravamiento de los males que hoy no están siendo atendidos.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, dijo ayer que una de las alertas que encendió el informe de Espacio Público -que plantea que hay otras 712 muertes atribuibles a coronavirus que no se han contabilizado- es el aumento de la mortalidad producto de pacientes que hoy no están en control.
“Me produce una preocupación intensa, porque está reportado en otros países que hay personas que, indirectamente atribuibles al Covid-19, hayan fallecido por una enfermedad crónica, que no habrían recibido atención adecuada o la recibieron tardíamente, producto de que no quisieron o no pudieron llegar a un centro de salud, o abandonaron el control de una enfermedad crónica de mal pronóstico”, dijo Mañalich.
La situación fue abordada ayer en un curso online de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile sobre trazabilidad de contagios, donde la epidemióloga e integrante del Consejo Asesor Covid-19, Ximena Aguilera, advirtió que “muchos programas de salud se han ido al suelo en sus coberturas”.
“La gente está evitando ir y se han suspendido tratamientos de enfermedades crónicas, tratamientos de pacientes con cáncer, programas de detección precoz, y eso impacta en el exceso de mortalidad que ocurre en una pandemia”, dijo la experta.
La situación, incluso, también fue alertada por los prestadores privados de salud. La Asociación de Clínicas informó ayer que las consultas médicas por patologías que no son de coronavirus cayeron en un 75%, porque la gente no está asistiendo a sus evaluaciones y tratamientos.
Retomar las cirugías
De todas las atenciones suspendidas, probablemente las más complejas son las cirugías. La integrante del Consejo Consultivo Auge, Paula Bedregal, dice que la situación más crítica la tendrán los hospitales, que deberán prepararse para enfrentar una mayor demanda en los próximos meses. “Tendrá que existir un plan de acortamiento de los tiempos de espera y dar los incentivos para que los equipos puedan trabajar y operar en todo horario. Donde más podemos tener problemas es en el ámbito ambulatorio, porque ahí hay una demanda contenida que venía de antes”, explica.
Lo mismo cree Soledad Martínez, doctora en Salud Pública de la U. de Chile y experta en gestión de salud, quien dice que se podría aumentar el uso de los pabellones en horarios en que hoy no se usan, como en las tardes, “aunque ahí nos topamos con la falta de recurso humano”. También propone “usar los pabellones del sistema privado, pero a un precio que sea pagable”. Y para el caso de las consultas médicas, dice que se podría pensar “en otras formas de atención remota, como por mail en aquellas cosas fáciles de resolver, o por teléfono y videoconsultas. Hay que avanzar en esa transformación”.
Ley de Fármacos
También existe otro factor que podría abultar más la lista de espera, y no tiene que ver con el coronavirus. El Congreso está discutiendo la llamada “Ley de Fármacos 2”, que busca restringir la labor de los visitadores médicos y los representantes de las farmacéuticas que acuden a los hospitales a mostrar los nuevos productos del mercado.
Según Beaumont, uno de los artículos excluye también a los profesionales técnicos de la industria, “que tienen un rol de capacitación, presencia y apoyo al equipo médico, incluso en los momentos de cirugía”.
De mantenerse esa indicación, dice Beaumont, unos 30.364 pacientes podrían quedar sin cirugías, por la falta de estos profesionales. “Al no generar una excepción en el artículo para el técnico profesional de dispositivos, se impacta directamente la producción hospitalaria”, dice.