Los hogares chilenos tienen un patrón alimentario poco saludable, con un alto gasto en productos como bebidas azucaradas y dulces y un consumo de frutas, verduras, pescados y legumbres que no alcanza para cumplir las recomendaciones para una alimentación saludable. Ello, de acuerdo a las conclusiones del estudio Radiografía de la Alimentación en Chile presentado por la Ministra de Desarrollo Social y Familia, Karla Rubilar, y la secretaria ejecutiva de Elige Vivir Sano, Daniela Godoy.
Los datos del estudio muestran que en un hogar promedio en Chile, compuesto por 3,3 personas, se compran mensualmente:
- 23,4 litros de bebidas azucaradas
- 17,5 kilos de pan
- 5,1 kilos de dulces
En contraste, se consumen:
- 14,1 kilos de verduras
- 9,9 kilos de frutas
- 700 gramos de legumbres al mes.
Si lo anterior es llevado a a consumo promedio mensual por persona, esto equivale a:
- 7,1 litros de bebidas
- 5,3 kilos de pan,
- 1,5 kilos de dulces
- 4,2 kilos de verduras
- 3 kilos de frutas
- 212 gramos de legumbres.
Con dichas, se evidencia que a, nivel nacional, no se cumplen las recomendaciones de consumo por persona de verduras (tres porciones diarias), frutas (dos porciones diarias), legumbres (al menos dos porciones a la semana) ni pescados (al menos dos porciones a la semana).
Según el estudio, este patrón se repite en los hogares de todos los quintiles de ingresos.
“La Radiografía de la Alimentación nos muestra que el patrón alimentario de los hogares en nuestro país no es saludable, y hay un alto nivel de consumo de bebidas azucaradas y dulces, entre otros, especialmente en hogares con niños, niñas y adolescentes. Además muestra que hay una diferencia en el índice de cumplimiento de consumo de alimentos saludables en lo que respecta a frutas y verduras, especialmente si comparamos el indicador del primer quintil de ingresos, que es más bajo que en el resto de los niveles socioeconómicos”, aseguró Godoy.
Efecto pandemia
En cuanto al efecto de la pandemia en la alimentación, los entrevistados en esta radiografía aseguraron que ha aumentado el consumo de productos no saludables como pizzas, galletas, pastas y bebidas azucaradas, entre otros; y relacionaron la ingesta de estos productos a mayor “ansiedad” y/o “aburrimiento”.
Igualmente, en hogares de ingresos medios y nivel educativo alto, con mujeres a cargo a la gestión de la alimentación, los encuestados afirmaron que la pandemia les otorgó más tiempo para planificar y preparar sus comidas, lo que redundó en una alimentación más saludable y diversa, incluyendo más frutas y verduras.
“Nos encontramos en un grave problema, 3 de cada 4 adultos y la mitad de los escolares tienen obesidad y sobrepeso, eso nos pone en una situación a nivel mundial muy compleja comparado con otros países”, expresó la ministra Rubilar.
El estudio completo lo puedes ver aquí: