Estudio UC revela que sólo 40% de los gendarmes cree haber tenido una formación útil para su desempeño laboral
La medición elaborada por el Centro de Estudios Justicia y Sociedad da cuenta de que la mayoría de los funcionarios penitenciarios sostiene haber aprendido más de sus pares, lo que a juicio de los expertos podría implicar la repetición de patrones indeseables. Por lo mismo proponen, entre otras medidas, "fortalecer el proceso formativo inicial a través de metodologías participativas, centradas en el desarrollo de habilidades y competencias".
Este miércoles el Centro de Estudios Justicia y Sociedad de la Universidad Católica dará a conocer los resultados del primer “Estudio sobre el clima organizacional y competencias laborales de los funcionarios penitenciarios”, donde dan cuenta de la existencia de una serie de ineficiencias en la preparación del personal. Entre varios elementos, como pudo conocer La Tercera, el sondeo muestra que sólo el 40% de los gendarmes cree haber tenido una formación útil para su posterior desempeño laboral, lo que se califica como complejo por parte de la casa de estudios.
Y es que la medición, que consistió en una encuesta censal a 1.323 uniformados más una serie de entrevistas en profundidad -incluidos expertos, personal y representantes de la población penal-, también arrojó que el 75,6% del efectivos sostuvo haber aprendido más de sus compañeros de trabajo que de la Escuela de Gendarmería, lo que de acuerdo con el análisis de los profesionales, podría dar pie a que se repliquen prácticas que no son del todo deseables.
Según comentó Pablo Carvacho, director de Investigación y Desarrollo del citado centro, “la formación de ellos se da en el día a día, en la conversación con los pares, pero el problema es que muchas veces esa formación entre amigos se forma en cuestiones que no son tan sanas para la institución. Muchas veces eso lleva a replicar conductas equivocadas, demasiado punitivas y que no fomentan la reinserción”.
El estudio muestra, asimismo, que la valoración de los contenidos recibidos durante la formación es bastante deficiente. Mientras el 50% de los encuestados considera que hubo un muy buen desarrollo del eje de seguridad, sólo el 37% y el 36% tiene la misma opinión respecto de los ejes de derechos humanos y reinserción, respectivamente.
Pero el problema es mayor -dicen desde el centro de estudios- si se toma en cuenta que el número de gendarmes que accede a capacitación en esos ámbitos es muy bajo: sólo entre un 20% y un 25% de los funcionarios declaran haber participado en curso formativo posterior a su egreso desde la escuela.
Estas dificultades, como explica Carvacho, “tienen que ver con una cuestión de recursos. Gendarmería históricamente ha sido una institución con muy escasos recursos y, de alguna manera, ha sido la institución que más a sido dejada de lado en el sistema de justicia criminal. La reforma procesal penal no tocó Gendarmería, y por lo tanto, la gran cantidad de fondos que hubo para esa reforma no llegaron a ellos. Entonces, mucho de este escenario se explica por la falta de atención que le ha prestado el Estado a la institución”.
Con miras a una posible solución, desde la universidad proponen fortalecer el proceso formativo inicial a través de metodologías participativas, centradas en el desarrollo de habilidades y competencias; generar contenidos centrados en el rol del personal penitenciario, relevando la importancia de la doble misión institucional; dar pie a habilidades y competencias para relacionarse con la población penal; potenciar el eje práctico de la formación de la Escuela de Gendarmería, desde la formación inicial a la continua; entre otras medidas.
Respecto de las revelaciones, Pablo Gaete, subdirector de Reinserción Social de Gendarmería, indicó que comparten “la preocupación de elaborar estudios que nos ayuden a fomentar una mejora continua en el ambiente de trabajo y cumplir con los objetivos institucionales, en materia de seguridad y reinserción”. Asimismo, precisó que en “la formación de los nuevos gendarmes alumnos se ha reforzado la inducción en temas muy importantes, como apego irrestricto a los Derechos Humanos, Probidad Administrativa, Enfoque de Género y Valores Institucionales”.
A eso hay que agregar, además, que avanza en el Congreso el proyecto de ley que incorpora a la Escuela de Gendarmería como institución de Educación Superior, con lo que se aumentará el periodo de formación de los futuros profesionales. Ayer dicha iniciativa fue aprobada por la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados.
Igualmente, Pamela Arellano, gerenta de Gestión del Conocimiento de la Corporación de Capacitación de la Cámara Chilena de la Construcción -entidad que solicitó el análisis-, manifestó que “el estudio es muy relevante porque entrega, por primera vez en el país, información de calidad que evidencia la necesidad de trabajar las habilidades sociales entre el personal de Gendarmería, quienes son clave en el fomento de la reinserción en los privados de libertad”.
Los valores del gendarme
Al bajo nivel de contento respecto de los conocimientos adquiridos, hay que sumar, igualmente, que el 80% de los sondeados reporta un nivel insuficiente de satisfacción respecto a las oportunidades de ascender en la escala jerárquica, lo que en parte se asocia -explican desde la PUC- a “los mecanismos de promoción del personal se perciben como poco transparentes e incluso arbitrarios, ya que queda sujeto a la antigüedad, pero también al criterio de las jefaturas”.
“En consecuencia, existe la percepción de que el desempeño laboral no necesariamente es un factor determinante del ascenso laboral”, precisan.
Pero aunque la mirada que tienen respecto de su preparación y sobre su futuro laboral es más bien crítica, los resultados revelan, por otra parte, que siete de cada diez funcionarios siente mucha lealtad hacia Gendarmería, y que le da un sentido personal de orgullo y logro. Más de la mitad (53,8%) considera que sus valores son similares a los de la institución y el 78,8% señaló la estabilidad laboral como motivo principal para ingresar a dichas filas.
Un aspecto en el que poner atención, eso sí, es que el estudio muestra que más del 70% de las y los funcionarios provienen de comunas rurales de la zona sur de Chile, y que luego se les distribuyen en centros penitenciarios a la largo de todo el país. Eso trae como consecuencia el desarraigo, pues el 67% del personal encuestado señala que estar lejos de su familia afecta su vida personal.
Eso, de alguna forma, lo suplen con buenas relaciones entre ellos, pues como también muestra el sondeo, siete de cada diez funcionarios señalan que hay buena cooperación entre colegas y que existe apoyo entre ellos para hacer el trabajo. Entre el personal femenino, eso sí, hay diferencias, ya que “describen la relación entre colegas como conflictiva y distante debido a que los problemas de dotación implican una carga de trabajo mayor para ellas, y por ende, cualquier ausencia (por permiso u otro motivo) es percibida negativamente, lo que genera tensión en los equipos de trabajo”, señala el informe que pudo conocer La Tercera.
Se destaca, en otro sentido, que el 47,5% del personal masculino declaró que alguna vez durante el último año tuvo la necesidad de atención en salud mental, pero que sólo uno de cada tres recibió tratamiento. En el caso del personal femenino, 52,5% declaró haber necesitado acceso a tratamiento, y más de la mitad efectivamente fue atendida.
Respecto a este punto, desde Gendarmería, Pablo Gaete señaló que es importante precisar que el estudio se realizó durante la pandemia, donde la mayoría de la población estaba sometida a altos niveles de estrés debido a la situación sanitaria.
“Sin embargo, compartimos la preocupación por este tema, recalcando que, desde antes de la pandemia, hemos ejecutado campañas de promoción de salud mental, como “Te Quiero Bien”, donde sicólogos de la institución entregan atención al personal, pero también hay derivación a centros de salud externos. Además, contamos con el “Fono Salud Mental” con sicólogos disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana. A esto se suma “Abrazando el Buen Vivir”, programa lanzando en agosto de este año, que promueve una mejor calidad de vida, a través de actividades de esparcimiento”, detalló el subdirector de Reinserción Social de la institución.
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