La empresa de servicios sanitarios Esval, con distribución de agua potable en la Región de Valparaíso, admitió una alteración puntual en la calidad de agua que descarga su planta de tratamiento de aguas servidas, en Placilla, al estero Las Cenizas.
El aumento de materia orgánica residual en el curso de agua se detectó "en los últimos días" y "fue rápidamente atendida y contenida. Implementamos un plan especial, con aplicación extra de químicos que nos permitió normalizar el efluente rápidamente", detalló el subgerente zonal, Alejandro Salas.
Asimismo, estimó que "los cambios en la planta se relacionan a la incorporación de residuos líquidos industriales no habituales al sistema de alcantarillado".
No obstante, la doctora en Ciencias mención Química y académica de la Universidad de Playa Ancha (Upla), Cecilia Rivera, dijo a La Tercera que, en el marco de diversas investigaciones realizadas desde 2013, "la planta nunca ha cumplido el decreto supremo que rige para descargas en aguas superficiales".
De todos modos, Esval inició una investigación para determinar por qué se produjo el aumento de carga residual, orgánica y líquida, en el estero Las Cenizas, por cierto, uno de los afluentes que desemboca en Laguna Verde.
Por las presuntas "aguas contaminadas en Placilla", la municipalidad de Valparaíso y la consejera regional, Nataly Campusano (Frente Amplio), presentarán este miércoles 31 de julio un oficio al Superintendente de Servicios Sanitarios, "para pedir la fiscalización de la contaminación y una reunión para plantear nuestras dudas y las soluciones que esperamos".