Hasta las oficinas del OS-7 de Carabineros, en Providencia, llegaron este miércoles exfuncionarios de la Contraloría a declarar en calidad de testigos, a los que se sumó el ex general director de Carabineros Eduardo Gordon, quien lo hizo como imputado. Todos debieron prestar su testimonio ante el fiscal regional de Magallanes, Eugenio Campos.
Este último investiga el fraude en Carabineros, que hoy asciende a más de $ 26 mil millones, y busca establecer cuál funcionario de la Contraloría ordenó anular en 2010 un sumario al Departamento de Tesorería y Remuneraciones de la policía uniformada. Ambos hechos se vinculan: de no haberse anulado ese sumario, se podría haber detectado mucho antes el millonario desfalco que hoy afecta a la institución.
Entre los citados a entregar su testimonio, estuvo -por segunda vez- el contralor general entre 2007 y 2015, Ramiro Mendoza, quien nuevamente fue consultado sobre la reunión que sostuvo el 14 de junio de 2010 con el general director de Carabineros de la época, Eduardo Gordon, y si esa cita tuvo injerencia en anulación del sumario a Carabineros el 22 de junio de ese año.
Al respecto, Mendoza declaró que le pudo haber señalado a Gordon que la investigación interna la realizara su institución uniformada en vez de la Contraloría.
En cambio, el 29 de agosto pasado, en su primera declaración ante el fiscal por este caso, Mendoza dijo no recordar nada respecto a la reunión que sostuvo con Gordon y la anulación del sumario. "No recuerdo por el momento cómo haya terminado este o de haber juntado o reunido con alguien de Carabineros para esto. Sí debo recordar que estas visitas no son extrañas sobre estos temas", declaró esa vez.
¿Por qué se suspendió?
De acuerdo a la denuncia presentada ante el Ministerio Público por el fiscal interno de la Contraloría, Eduardo Díaz -quien investiga qué pasó con el fallido sumario-, el 21 de junio de 2017 la Contraloría hizo una recopilación de antecedentes sobre todos los procesos disciplinarios realizados en Carabineros.
El objetivo de esta diligencia era dar cuenta a la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados sobre las irregularidades financieras en la policía uniformada.
En ese contexto, la funcionaria Luzmira Palma, jefa de la Unidad de Seguimiento de la Fiscalía, envió un correo el 23 de mayo de 2017 donde se adjunta una planilla sobre el sumario anulado en 2010 a sus compañeros de trabajo, quienes luego debían enviarle la información al contralor Jorge Bermúdez. Los encargados de esa labor eran la entonces fiscal de la Contraloría Carolina Requena y el exjefe del Departamento de FF.AA., Seguridad, Presidencia, Hacienda y Relaciones Exteriores, Ricardo Provoste.
En aquella planilla, Luzmira Palma indicó que "se retiró el proceso disciplinario ya que dicha institución (refiriéndose a Carabineros) lo instruiría, dejándose anulada la resolución de la Contraloría".
Versiones encontradas
Sobre este punto fue interrogada la misma Luzmira Palma en la fiscalía el 3 de septiembre pasado, pues habría inconsistencia entre lo que señala en esa planilla y lo que realmente ocurrió.
Palma declaró que el año pasado levantaron todos los procesos disciplinarios solicitados por el contralor en ese momento. Indicó que revisó un repositorio de información digitalizado que tiene en su computador, en donde guarda un archivo Excel, que es de un fiscalizador de la Contraloría llamado Pablo Elmer. Añadió que le llamó la atención que en esta plataforma se registraba que el sumario de 2010 a Carabineros decía "anulado" y que figuraba que estaba retirado por Marcelo Freyhoffer.
La funcionaria dijo, además, que le preguntó a varios funcionarios de la Contraloría, entre ellos, Ricardo Provoste y Germán Ulriksen, si sabían dónde podían estar los documentos originales vinculados a la anulación del sumario. Sin embargo, nunca obtuvo una respuesta.
"Busqué por todos lados y no encontré nada, y le pregunté a todos y nadie sabía nada", señaló. Por esto, declaró ante el fiscal, como no encontró ningún antecedente respecto a este proceso disciplinario anulado, con el objetivo de cerrar el ciclo y que quedara alguna constancia de cómo se había terminando el sumario, se le ocurrió colocar la frase escrita en la planilla que envió en el correo electrónico de mayo del año pasado a sus colegas Requeña y Provoste.
Además, según la misma denuncia del fiscal interno de la Contraloría, la información que habría entregado Palma "no fue remitida al contralor por Ricardo Provoste (...) quien tenía a cargo la coordinación general de recopilación de antecedentes y documentos para responder al requerimiento de la Cámara de Diputados".