"Jamás he abusado de la señora. Esto lo voy a negar aunque signifique dar una dura pelea". Así parte la declaración que el exjefe de oncología de la Clínica Las Condes Manuel Álvarez entregó el pasado 9 de agosto al fiscal Oriente, Francisco Lanas, quien investiga el presunto abuso sexual del médico en contra de una paciente enferma de cáncer.
En su testimonio, no solo desconoce los hechos por los cuales fue denunciado por dos enfermeros de la clínica, sino que también acusa un eventual complot en su contra. Según declaró, estaba ad portas de despedir a una serie de trabajadores, entre ellos los denunciantes de los supuestos abusos, y la lista con los funcionarios que iba a echar fue filtrada.
"No sé si ella inventó la historia del abuso o se les ocurrió a los demás, me refiero a los dos enfermeros, pero me queda claro que están instrumentalizando su padecimiento y utilizándola de manera aterradora".
Señaló que "al igual que otras jefaturas, recibí instrucciones para efectuar una importante reducción de personal (...). En estas etapas de ajustes y dificultades, con ambiente claramente enrarecido por estas circunstancias, es que surgió primeramente una denuncia por acoso laboral y luego, en forma inmediatamente sucesiva a su resolución, esta denuncia".
Indicó que una asistente le informó por WhatsApp que "se enteró de que se había organizando un complot para acusarme de acoso y echarme de la clínica y que enfermería estaba presionando a la doctora Chomalí para que ese mismo día me despidiera, o todos ellos renunciarían".
Detalló que "en octubre del año pasado me fue requerido por CLC (una propuesta de exoneraciones), la que suponía afectaría severamente las posiciones de (...) quienes me acusan. Como es obvio, mi propuesta fue filtrada, no sé si intencional o casualmente. No puede ser coincidencia que los promotores de esta historia sean ellos tres".
También dijo que fue el médico Jaime Mañalich "quien se reunió conmigo en un café (a fines de 2017) y me pidió mi renuncia".