La primera vez que Héctor González (36) entró a la antigua maestranza de trenes de Valparaíso, en 2010, supo de inmediato que allí podría instalar un centro de escalada. La arquitectura industrial de la vieja instalación de ferrocarriles, con sus elevados y amplios galpones, reunía las características que buscaba para un espacio deportivo, aunque era una apuesta arriesgada.

Declarada Monumento Histórico en 1986, la exmaestranza de la Estación Barón, donde la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) fabricó vagones y reparó los convoyes que viajaban a Santiago, llevaba años abandonada. Eran casi ruinas. "Se requería una gran inversión para ejecutar cualquier proyecto", cuenta.

Sin pensarlo demasiado, González, junto a dos socios, Jaime y Miguel Arestegui, presentaron una propuesta al municipio. Todo el financiamiento pasaría por ellos.

Fue así como en abril de 2012, ya con permiso municipal, estrenaron Tornamesa, un centro deportivo donde mensualmente 2.500 niños, universitarios y jóvenes profesionales practican boxeo, acrobacias aéreas y escalada. "Una ciudad universitaria como Valparaíso tiene que darle cabida al deporte, no solo a la bohemia", apunta el diseñador industrial.

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Distintas disciplinas comparten espacio en el recinto.[/caption]

"Los tres primeros años fueron difíciles, pero a partir del cuarto año comenzó a ser rentable. En esa época la escalada no era tan conocida, tampoco el espacio", agrega González.

Junto con el desafío de darse a conocer, los socios deben lidiar con la incertidumbre sobre otros proyectos que podrían instalarse en el lugar: el muelle de cruceros, el Terminal 2 o el tren rápido a Santiago. Dicen que tampoco les brinda seguridad el convenio de colaboración entre el propietario, Metro Valparaíso (Merval) y la municipalidad. Pese a que el acuerdo se renueva año a año y permite al municipio suscribir un permiso de uso con Tornamesa, este podría terminar en cualquier momento. Por eso, los asociados ya desarrollaron un "plan maestro", avaluado en US$ 9 millones, que pretenden presentar a Merval y a la alcaldía para rehabilitar las bodegas y la antigua tornamesa de trenes, con la idea de "recuperar el patrimonio a través del deporte", dice González.