Esta mañana el exministro de Educación Raúl Figueroa, abordó en Radio Agricultura los hechos de violencia ocurridos durante la jornada de ayer, día en que se dio inicio al segundo semestre de los escolares y que estuvo marcado por incidentes en Santiago, luego de que un estudiante del Instituto Nacional vestido con un overol blanco fuese detenido en las inmediaciones del liceo lanzando bombas Molotov.

Frente a este hecho, Figueroa afirmó que a su parecer ahora “estamos en el peor escenario”.

“Es un escenario en el que esto precisamente se transforma en una conducta cotidiana, casi, muy entre comillas, normal. De hecho ese creo que es el principal problema: se ha normalizado por tanto tiempo la violencia en distintos ámbitos que lo que ocurre en estos establecimientos emblemáticos pasa a ser algo algo cotidiano”, sostuvo.

“Yo creo que acá lo más complejo es una suerte de pasividad frente a la violencia que lamentablemente se ha instalado en algunos establecimientos, en algunos liceos emblemáticos, y la falta de claridad respecto de cómo enfrentar”, añadió.

En esta línea, explicó, esto no se resuelve “de un día para otro”, “pero sí está claro que hay ciertas fórmulas que son fundamentales y que hemos visto muy ausentes en este en este periodo: la urgencia de, por ejemplo, empoderar a los directores de los establecimientos, la urgencia de dar señales claras respecto de que las atribuciones que los directores tienen, las pueden ejercer, que las normas que están vigentes para ir tomando medidas que permitan asegurar a la gran mayoría el derecho a educarse efectivamente se cumplan”, añadió.

Un ejemplo para atender este problema, recordó, es Aula Segura, la que permite incluso expulsar a los alumnos que estén involucrados en estos hechos de violencia.

“Hemos visto por parte de las autoridades una tremenda ambigüedad respecto es de ese punto, yo creo que un director de colegio o liceo emblemático hoy día lo que más necesita es estar tranquilo, estar confiado, de que puede efectivamente contar con todas las herramientas que le entrega la ley para poder tomar las medidas”, puntualizó.

Por otra parte, destacó, “no hay una un petitorio claro de estos manifestantes. De hecho, a mí me da la impresión de que no los mueve en particular ningún cambio positivo. Es simplemente el afán de interrumpir, distorsionar y lamentablemente impedir que la gran mayoría pueda ejercer el derecho a educarse, con un grave daño a la educación pública”.

En cuanto a cómo se puede aislar a estos grupos violentos si son menores de edad, el exministro señaló que “acá hay un trabajo de desarticulación que tiene que llevarse a cabo, y el hecho de que sea menor de edad lo que implica es que hay que llevar a cabo ese trabajo con las características propias del trabajo con los menores, pero también hay adultos que están involucrados”.

“Si dejamos de considerar de qué se trata de hechos delictuales, yo creo que claramente nos vamos a demorar demasiado en recuperarlo porque pensar de que porque ocurre en un ámbito escolar, la violencia que se ve no tiene el carácter de delito, yo creo que es un error”, añadió.

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