A eso de las diez de la mañana de este sábado, un piquete de carabineros resguardaba los alrededores de la Catedral de Valparaíso. Mientras, al interior del templo feligreses y religiosos preparaban lo necesario para recibir a Pedro Ossandón en su rol de administrador apostólico de la diócesis de Valparaíso, para asumir transitoriamente las labores que -hasta hace una semana- ejercía el exobispo Gonzalo Duarte, quien dejó la repartición eclesiástica después de 20 años, tras presentar su renuncia por límite de edad al Papa Francisco.
La salida de Duarte no dejó indiferente a nadie, luego de que se acusara la existencia de documentos formales en la Nunciatura Apostólica en los que se le denuncia por abuso de poder, de conciencia y de acoso sexual, un caso que incluso estaría en conocimiento de la Santa Sede.
En atención a este hecho, el exprelado habría evitado asistir a la ceremonia de este sábado, con el objetivo de "generar un buen ambiente", según Pedro Ossandón.
El sacerdote explicó que quiere estudiar a fondo los antecedentes que existen y agradeció el gesto de Duarte de ausentarse de la misa de hoy. "Él decidió no venir y se lo agradezco".
Durante esta semana, Ossandón y Duarte se reunieron para conversar varios temas que afectan directamente a la diócesis de Valparaíso. "Él está absolutamente disponible, le pregunté y me dijo 'mira Pedro, yo quiero recibir todo lo que se necesite para esclarecer la verdad, quiero ayudar en todo'.