Este miércoles, el subsecretario de Redes Asistenciales, Osvaldo Salgado, dio a conocer que los casos de fallecimientos en la Región de Ñuble por influenza podrían estar relacionados a una coinfección con Streptococcus Pyogenes, apodada como “bacteria asesina”.
Debido al aumento de la circulación de los virus respiratorios, la presencia de esta bacteria también se ha incrementado. Según informó el subsecretario, este aumento puede estar asociado al Covid-19, virus que causó un cambio de comportamiento en microorganismos.
“El Instituto de Salud Pública hizo una alerta hace algunos días atrás respecto a un aumento de la circulación de cuadros más agresivos por Streptococcus pyogenes. Es algo que está pasando en muchas partes del mundo, en Inglaterra, pasó en Dinamarca, pasó en otros países del mundo (...) parece ser que el Covid produjo un cambio muy importante en el comportamiento de ciertos microorganismos”, explicó esta mañana en Radio Duna.
“Nosotros dimos también reforzamientos de la alerta para los equipos clínicos. Recientemente a todo el país, a todo el país público-privado, se ha establecido un protocolo de atención para que los equipos estén en alerta”, añadió sobre la situación.
Streptococcus Pyogenes: las cifras de la “bacteria asesina”
El Streptococcus Pyogenes es una bacteria que tiene la capacidad de degradar tejidos producto de sus factores de virulencia y que puede causar infecciones no invasivas o invasivas graves, Se presenta principalmente en niños de entre 4 y 10 años aunque también puede afectar a los adultas. Entre las enfermedades más frecuentes que causa se encuentran la angina y las infecciones de la piel. También puede producir otras enfermedades como la escarlatina, erisipela (infección de la piel), otitis media y fiebre puerpera.
De acuerdo al reporte de vigilancia de laboratorio realizada por el ISP para la bacteria, entre los años 2014 y el 2023 se confirmaron 1.352 cepas de Streptococcus Pyogenes aisladas de la enfermedad invasora.
Entre los años 2014 y 2019 se observó un aumento del número de cepas confirmadas, registrando 108 y 204 cepas, respectivamente, con una disminución entre los años 2020 y 2022 en el contexto de la pandemia de Covid-19. Posterior a esto se registró aumento el 2023 alcanzando cifras similares a las pre pandémicas (192).
En el año 2024, se detalla en el reporte, al 15 de mayo se han confirmado 162 cepas, cuyos análisis se encuentran por el momento en desarrollo.
Si bien se indica en el reporte que no se detecta un patrón estacional, en el 2023 se destaca un aumento del número de cepas confirmadas los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre.
En detalle, en los últimos diez años el 51,3% de las cepas han sido detectadas de la Región Metropolitana, de las cuales un 62,5% correspondían a establecimientos públicos de salud, donde el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente registró un 17,4% de éstas. El 34,7% fueron derivadas desde establecimientos privados de salud.
El año 2023, la tasa por 100.000 habitantes más elevada se registró en la Región de Los Ríos, en la Región de Arica y Parinacota y Región de Biobío.
Sobre las personas infectadas por la bacteria, un 57,7% de las cepas confirmadas corresponden a hombres y un 23,9% al grupo de 60 años y más, seguidos por los grupos de 5 a 9 años (14,6%), 1 a 4 años (14,3%) y 50 a 59 años (11,3%).
En cuanto al tratamiento, se observó un 100% de sensibilidad a penicilina y cefotaxima en todas las cepas confirmadas. De acuerdo al reporte sin embargo, entre el 2014 y 2023, la sensibilidad a clindamicina registró una disminución de 7 puntos porcentuales con un 98,1% y 91,1%, respectivamente. La eritromicina presentó una disminución de la sensibilidad de 8 puntos porcentuales desde un 98,1% y 90,1%, respectivamente. Mientras que tetraciclina, registró una disminución de 19,8 puntos porcentuales con un 91,7% y 71,9%, respectivamente.
Según concluye el reporte, esta bacteria “puede producir enfermedad invasora severa, por lo que es importante reforzar estrategias de prevención, detección precoz, tratamiento efectivo, vigilancia epidemiológica y de laboratorio con el fin de detectar cambios en el comportamiento de este agente bacteriano para la toma de decisiones de salud pública”.