"Tras una profunda reflexión sobre el sentido de esas palabras, considero prudente no encabezar nuestro tradicional Te Deum por la Patria del 18 de septiembre".

La decisión de Ezzati se da luego de las presiones que ha recibido la iglesia católica chilena desde jefes de partidos, parlamentarios e incluso el Presidente Sebastián Piñera. Incluso este mandató a la Cancillería a transmitirle un mensaje al Vaticano, explicando que el gobierno valoraría una pronta definición sobre la continuidad del arzobispo.

Ante este escenario y al no tener novedad alguna de la situación, luego ayer viernes de la Asamblea Extraordinaria de la Conferencia Episcopal, la decisión la realizó hoy el mismo Ezzati.

Además, dio a conocer que Monseñor Juan de la Cruz Suárez, Deán de la Catedral, será quien presida esta ceremonia.

El duro escenario que hoy vive el arzobispo de Santiago se precipitó luego de que el fiscal regional de Rancagua, Emiliano Arias, lo llamara a declarar como imputado este 21 de agosto.

Por eso, en la carta, además reiteró su certeza de no haber encubierto ni obstruido a la justicia.

"Cumpliré con mis deberes ciudadanos de aportar todos los antecedentes que contribuyan a llegar a la verdad", dice la misiva.

"Que Ricardo Ezzati no haga el Te Deum es de suma importancia para la nación. Este un Te Deum de los 200 años de la independencia de Chile. El gesto del arzobispo responde a una presión desde las propias bases del mundo laical, el cual le ha hecho saber en distintas circunstancias su descontento hacia su figura", dice Marcial Sánchez, doctor en historia y experto en temas de iglesia.

Para Roberto Sánchez, vocero de los laicos de Santiago, es una muy buena noticia el que Ezzati no presida el Te Deum: "Esto ya se estaba transformando en un problema político. Creo que este signo debió haber sido mucho antes. Estamos ad portas de la asistencia de Ezzati a declarar como inculpado. Vimos el triste espectáculo de los obispos ayer. Esto viene a reafirmar que la crisis de la iglesia pertenece a la jerarquía y la jerarquía aún no se da cuenta de la problemática en la que está".