Fabiola Campillai, trabajadora de San Bernardo que perdió la visión de ambos ojos al recibir el impacto de una bomba lacrimógena en su rostro el 26 de noviembre de 2019, se refirió la noche de este martes a la “lentitud” del proceso para “lograr justicia” en su caso.
Luego de un año y medio de indagatorias, el 27 de mayo pasado el Juzgado de Garantía de San Bernardo resolvió -a raíz de una petición de la fiscal Paola Zárate- fijar una audiencia para discutir la ampliación del plazo de la investigación para el 3 de septiembre. Ante el aplazamiento del proceso se inició una campaña con el objetivo de exigir celeridad a la justicia.
Este martes en entrevista con La Red la mujer señaló que ella y su familia esperan “lograr la justicia que necesitamos”.
El 28 de agosto de 2020, el excapitán de Carabineros Patricio Maturana fue detenido y formalizado por el Ministerio Público por delito de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves gravísimas.
“Sabemos que nos va a costar porque está totalmente apoyado por el Estado, por su institución”, comentó Fabiola Campillai sobre Maturana, agregando que “nos duele que él tenga muchas garantías y tenga más beneficios que la víctima”.
“Sentimos que nos están humillando al dilatar tanto un juicio”, expresó, por su parte, Marco Cornejo, esposo de Fabiola Campillai.
Durante la entrevista, Fabiola Campillai y su esposo reiteraron que desde el gobierno no han recibido apoyo alguno desde que ocurrió el hecho, cuando Gonzalo Blumel encabezaba el Ministerio del Interior y Seguridad Pública.
“Jamás el ministro Blumel intentó ir a mi casa, no han tratado ni siquiera de comunicarse con nosotros, de llamarnos”, dijo ella.
Asimismo, agregó: “Debieron habernos ayudado con la justicia, pero hoy en día no los necesitamos”.
“Vamos a lograr la justicia sin ellos”, afirmó.
Rehabilitación
El evento que afectó a Fabiola Campillai se registró como accidente laboral ya que ocurrió en camino a su trabajo.
Marco Cornejo, su esposo, actualmente recibe un beneficio con goce de sueldo que le permite cuidar a su pareja en tiempo completo.
Por su parte, la rehabilitación ha estado a cargo del Instituto de Seguridad del Trabajo (IST) y Fundalurp, pudiendo optar a prótesis oculares.
“He tenido que salir adelante con mi familia, con las personas que nos apoyan, solos. Hoy en día estoy con clases de computación gracias a Fundalurp que me regalan mi rehabilitación, porque tampoco tengo dinero para pagarla”, indicó Campillai.