Este sábado se reportó el fallecimiento de Mario Gómez Heredia, uno de los 33 mineros que en el año 2010 pasaron casi 70 días atrapados bajo tierra en la mina San José, en la Región de Atacama.
El deceso fue confirmado a La Tercera por la Funeraria Candelaria de Copiapó. Si bien no se ha informado la causa del fallecimiento, el minero de 76 años padecía de fibrosis pulmonar y silicosis, una enfermedad que se suele presentar en quienes trabajan en las minas.
Debido a sus complicaciones para respirar, Gómez se mantenía conectado a un tubo de oxígeno desde 2017.
“Soy oxígeno-dependiente debido a un daño por sobre el 50% a mis pulmones. Yo trabajo en minería desde los 14 años, ahí empecé a juntar tierra, y se puso peor cuando estuvimos todo ese tiempo comiendo polvo en la San José”, señaló a La Tercera en ese año.
Al año siguiente debió ser internado en el Hospital del Tórax debido a un agravamiento de su estado de salud. “En pocos meses me siento bastante complicado. La enfermedad avanza y no se detiene. Ando con mi máquina de oxígeno para todos lados, no puedo hacer una vida normal. Estoy encomendado a Dios, pero quiero aferrarme a la vida”, declaró en ese entonces sobre su enfermedad.
Gómez fue el noveno de los mineros en ser rescatado desde 700 metros de profundidad en la mina San José, luego de estar atrapados entre el 5 de agosto y el 13 de octubre de 2010 y se convirtió en el primero de los 33 en fallecer.
Qué es la silicosis
La silicosis, afección que aquejaba hace varios años al minero, es definida por la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) “una enfermedad del pulmón, producida por la permanente aspiración de polvo de sílice libre cristalizada”.
“El polvo de sílice produce alteraciones fibrosas en los pulmones, disminuyendo la capacidad respiratoria porque el pulmón pierde elasticidad”, continúa la descripción.
La asociación explica que “la silicosis es una enfermedad irreversible: quien la contrae no tiene posibilidad de sanar. Sólo es posible detener su avance, cuando es detectada tempranamente. En las etapas iniciales no hay síntoma alguno, pero en la forma más avanzada la persona se cansa fácilmente ante cualquier esfuerzo”.
Esta enfermedad es conocida por afectar comúnmente a mineros, puesto a que el Dióxido de Silicio o sílice, “está presente en casi todos los yacimientos minerales (cobre, hierro, carbón, etc. y en muchas industrias como fundiciones, cerámica, fábrica de vidrios, ladrillos refractarios, limpiado abrasivo, etc)”, explica el organismo.
Asimismo, el riesgo de contraer la enfermedad aumenta según el tiempo de exposición, “si el trabajador respira mucha cantidad de sílice libre cristalizada durante un tiempo prolongado, contraerá la enfermedad a corto plazo”, explica la asociación.