Acorde a la nueva metodología de registro de muertes de coronavirus, que se basa en las inscripciones de decesos en el Registro Civil, el Minsal realizó un nuevo ajuste a las cifras y ayer informó que 173 personas murieron en los últimos días, con lo cual las víctimas fatales de la pandemia llegan a 2.648.

Esta disponibilidad de datos permite dimensionar el impacto que está teniendo el Covid-19 en Chile. Por ejemplo, según la información entregada por el Registro Civil y el Ministerio de Ciencias, el 14,8% de las defunciones registradas en mayo en todo Chile fueron a causa de la enfermedad.

El cálculo se puede obtener con la nueva base de datos liberada esta semana por Ciencias, en la que se busca ordenar a los fallecidos de acuerdo a la fecha efectiva de su deceso. Este recuento revela que en mayo hubo 1.649 muertes reconocidas por el Covid-19.

Al mismo tiempo, la información en línea del Registro Civil plantea que las defunciones inscritas entre el 1 y el 31 de mayo a nivel nacional alcanzaron a 11.161 personas. Es a partir de ambas cifras que salta el resultado general.

El número es alto si se compara con las otras causas de muerte en el país. Por ejemplo, de acuerdo a la información del INE, en 2016 las principales causas de muerte fueron enfermedades del sistema circulatorio (27,1%), tumores malignos (25%) y enfermedades del sistema respiratorio (9,5%). Si esto se replicara mensualmente, el Covid-19 ya estaría en el tercer lugar de las causas. Y el panorama podría ser más crítico, dado que el 60% de los fallecimientos atribuidos a la enfermedad en el mes (993 casos) ocurrieron en los últimos 10 días. En ese período se registraron 4.327 muertes en el país, por lo que el porcentaje de decesos con Covid-19 en ese lapso alcanza el 22,9%. Si la tendencia se mantiene, lo más probable es que el porcentaje aumente en el mes de junio.

El triple de entierros

Este ajuste estadístico revela que, entre el 26 de mayo y el 4 de junio, en Chile murieron más de cien personas al día por coronavirus. El peak ocurrió el 1 de junio, cuando hubo 128 decesos. En esos 10 días, murieron 1.147 personas por culpa de la enfermedad, el 43% de todas las muertes ocurridas en la pandemia. Y esto se ha reflejado en el aumento de servicios mortuorios que realizan las funerarias y los cementerios, recintos que confirman que en las últimas dos semanas ha aumentado la cantidad de fallecidos.

Raschid Saud, director del Cementerio General, dice que si en mayo del año pasado realizaban cerca de 20 entierros diarios, el mes que pasó eso aumentó 30% y en estos primeros días de junio han efectuado cerca de 50 servicios al día.

“Los servicios funerarios han aumentado al triple diario”, dice el director, quien afirma que su institución “está bastante estresada, como todos los cementerios probablemente”. “Hemos tomado medidas para dividir los grupos, por si se enferma alguno de los trabajadores”, agrega.

El gerente general de la Funeraria Hogar de Cristo, Juan Andrés Fuentealba, cuenta que en un año normal realizan 500 servicios fúnebres al mes. En mayo de este año realizaron cerca de 600 y proyectan que en junio harán 800, cerca de 60% más. “Los servicios fúnebres se han vuelto más recurrentes, hemos tenido que estar conectados prácticamente las 24 horas del día dando servicios”, añade Fuentealba, quien cuenta que se han reunido con el director del Registro Civil para agilizar las autorizaciones de sepultación.

Según la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva, el miércoles estaba ocupado el 95% de las camas intensivas de la Región Metropolitana. Situación similar se vivía en la Región de Tarapacá, donde el 91% de los cupos estaba en uso.

Dino Rosinelli, coordinador de la Fenpruss en Iquique, dice que la situación “es en extrema compleja, porque hemos tenido que trasladar pacientes a Coquimbo”, a casi 1.300 km de distancia.

“Como en otros lugares, ahí también se tomaron medidas tardías. La cuarentena en Iquique es eficiente, pero debió ser aplicada en el momento adecuado”, plantea.