Si alguien sabe de tomas y campamentos en Chile es el sacerdote Felipe Berríos. Fundador y ex capellán de la ONG Techo para Chile, el jesuita no solo ha visitado los recintos, sino que además vive en uno ellos: el campamento Luz Divina de Antofagasta.
En entrevista con El Mercurio de Antofagasta, el sacerdote es enfático en señalar que existen personas en campamentos que no necesitan vivir ahí. "Hay gente que se está aprovechando y otros que no, se debe hacer esa distinción", dice.
Si bien aclara que "no debe meterse a todos en un saco", hay algunas personas que tienen trabajo estable con sueldos por sobre los 600 mil pesos, lo cual permite acceder a un arriendo.
Según Berríos, no hay que seguir aumentando los campamentos, sino trasladarlos y filtrarlos. "¿Por qué si todos los chilenos de clase media o baja hacen un esfuerzo por pagar la luz, agua y tener ahorro, la otra gente no va a hacerlo?".
Sobre cerrar los terrenos, el ex capellán señala que "una cosa es la discriminación y otra la patudez. A mí la gente me decía 'yo quiero seguir aquí porque no pago agua, luz ni arriendo', pero claro, no es que no pagues, vives a costa de los chilenos. Una cosa son los derechos humanos pero estos tienen obligaciones y no pueden amparar la frescura".
"Hay que ordenar la cosa o iremos en contra de los mismos inmigrantes, pues al final la gente empieza a tomarle rabia a todos. Demos ayuda a la gente vulnerable para que se incorpore a la sociedad, no contribuir a que no paguen nada y apoyar la frescura. Hay mucha confusión con este tema. Soy el primero en defender a los inmigrantes pero no a los frescos".