Múltiples reacciones generó la revelación del constituyente Rodrigo Rojas Vade entregada a La Tercera y publicada el fin de semana. En entrevista con este medio, Rojas reconoció no padecer cáncer, enfermedad que aseguraba tener cuando su figura se hizo conocida en las manifestaciones sociales de 2019 y que luego se extendió a su campaña para obtener un puesto como convencional constituyente.

“No, no tengo (dicha enfermedad)”, le dijo a este diario. Tras la revelación, Rojas renunció a la vicepresidencia de la convención.

Hoy, en radio Duna, el constituyente Fernando Atria dijo que el hecho es “políticamente, extraordinariamente grave. Su afirmación de que tenía cáncer no fue un dato más acerca de él, que se conoció, fue algo que él enfatizó, que él puso en el centro de su figura pública, de la construcción, etcetera. Yo creo que es muy, muy grave políticamente”.

Atria manifestó: “No me atrevería a anticipar cosas en esa dimensión, pero puede tener implicaciones legales. Hasta donde yo he oído, pero digo esto sin mayor certeza respecto de los hechos, habría realizado actividades públicas de recolección de fondos, rifas, para financiar su tratamiento. Habría hecho una declaración de intereses respecto de eso y eso puede suscitar responsabilidades legales”.

Respecto a las sanciones que el organismo podría aplicar, Atria dijo que “es poco lo que la Convención misma puede hacer en términos de que renuncie o cosas así”.

“Un órgano elegido por votación popular no puede sancionar o tomar decisiones respecto de sus miembros que impliquen la pérdida de sus derechos como representantes”, dijo y explicó que los constituyentes se rigen por las mismas normas que los parlamentarios. “La única regla de renuncia que hay hoy en día, porque a los convencionales se les aplica la misma regla que a los parlamentarios, hay un caso y es por motivo de salud y no es cualquier motivo de salud, es un problema de salud que hace imposible desempeñar el cargo. Y en regla, no lo decide el parlamentario que lo alega, en la regla constitucional tiene que ser calificado por el Tribunal Constitucional”.

“La respuesta es porque el cargo no es un premio individual, la renuncia de un convencional o parlamentario no afecta a ese convencional o parlamentario, eso no es relevante, afecta a las personas que votaron por él, que se quedan sin representante, esa es la cuestión, por eso no es como quien renuncia a un trabajo privado”, agregó.

Explicando ese punto, dijo: “Las reglas de reemplazo, cuando se trata de un parlamentario, es reemplazo en decisión del partido al cual pertenecía, que sabemos que es una regla que ha sido bien nefasta en su operación, ha habido muchas críticas, pero esa es la regla. Cuando se trata de un parlamentario independiente, que sin embargo fue en una lista de una coalición política, el partido por el cual él se declaró al momento de inscribir su candidatura, porque es independiente que van con cupo de un partido. Y cuando se trata de un independiente a secas no hay reemplazo. Y ese es el caso de Rodrigo Rojas, él es un independiente que no fue en una lista de coalición política, no hay detrás de él un partido político, no hay cómo reemplazarlo”.

Atria aseguró que “es necesario que se modifique esa regla, debería haber alguna reforma constitucional rápida para por lo menos crear esa posibilidad en la anticipación de que pueda haber este u otros casos en que se necesite reemplazar convencionales”.

“Una cosa que se debería hacer ahora es ver la factibilidad de crear reglas de reemplazo para convencional independiente, de modo tal de permitir posibilidades que hoy día no existen”, dijo en esa línea.

Consultado si, tras la revelación, Vade tiene la “capacidad ética de redactar la nueva Constitución”, Atria dijo: “Si me pregunta a mí, por supuesto que la respuesta tendría que ser no. El problema es que yo creo que hay tantas opiniones de quiénes tienen la capacidad ética para eso. No lo digo con ánimo de empatar, solo para ilustrar el problema, alguien podría decir una personas que reconoció ante cámaras que había recibido financiamiento ilegal, ¿tiene la capacidad ética para continuar desempeñando un cargo parlamentario? o ¿una persona que recibía instrucciones sobre como legilslar de una empresa o asociación privada? Hay un espacio muy grande donde muchos podemos tener la opinión de que una personas tiene o no tiene la capacidad ética para desempeñar el cargo”.

Por otro lado, Atria sostuvo que “el proceso constituyente es mucho más que la situación de una persona, hay una esperanza colectiva depositada en el proceso constituyente que debe ser cuidada y claro que esto, por cierto que no ayuda, lo afecta”.