Cada 20 de enero, la comuna de Yumbel, en la Región del Biobío, cambia y este 2019 no fue la excepción. La fiesta del santo católico San Sebastián convocó a más de 500 mil personas que viajaron desde todo el país, incluso desde Argentina y Brasil, para agradecer, hacer mandas o simplemente vivir una de las fiestas más masivas de la Iglesia Católica en el sur de Chile.

Si bien son momentos complejos, por los casos de abusos sexuales que involucran a sacerdotes, esto no estaría afectando la espiritualidad popular. Así lo manifestó el arzobispo de Concepción, monseñor Fernando Chomalí, quien viajó hasta Yumbel en bicicleta. "Es impresionante la cantidad de fieles que llegaron, es muy emocionante. Creo que esta es el alma de Chile y es lo que queremos cuidar con nuestra labor pastoral", dijo.

En la homilía de las 10.30, Chomalí pidió perdón por los miembros de la Iglesia que no han tenido un modo de actuar concordante con lo que se predica. "Creo que todas las personas tenemos responsabilidades en Chile de todo orden, espirituales, políticas, empresariales, legislativas. Tenemos que pedir perdón, porque no hemos sido capaces de comprender el país maravilloso que tenemos", señaló.

En cuanto a las indagatorias que la Iglesia ha realizado en la Región del Biobío, aseguró que "las cuatro investigaciones públicas están en Roma y estamos esperando que surja la verdad, que es lo que nos interesa, y no se han sumado nuevas denuncias".

Todos trabajan

Ubicado a 59 kilómetros de la ciudad de Los Ángeles, en la provincia del Biobío, la comuna de Yumbel vive una verdadera fiesta que genera un gran comercio en torno al santuario. Son más de mil puestos de feriantes que repletan las calles del centro de la ciudad, desde el 17 al 22 de enero, y que ayuda a potenciar el turismo en la zona.

Los peregrinos con espigas de trigo en mano soportan el intenso calor y caminan por el cruce Reunión hacia el santuario, bajo condiciones que son monitoreadas por Carabineros y personal médico.

Erasmo Morales es argentino y hace 25 años que viaja desde General Roca, en la provincia de Río Negro, a Yumbel para visitar el santuario. "Es para agradecer a San Sebastián, porque nos ha ayudado mucho, sobre todo a mi hija, que nació con problemas y hoy ya tiene 25 años. Esta es una fiesta muy emocionante, que nos llena de alegría", relató.

María Clara Orellana es la presidenta de la junta de vecinos del centro de Yumbel y cada año se organizan para recibir a los visitantes.

"Hacemos mesas redondas, nos organizamos con las autoridades y Carabineros para estar preparados para esta fiesta, que para la comunidad es muy importante, porque genera puestos de trabajo, se potencia el turismo y comercialmente el pueblo revive gracias a San Sebastián", indicó.