Fiscal Emiliano Arias por incendios: “Si las autoridades no cumplieron sus funciones, pueden originar responsabilidades civiles y administrativas”
El persecutor, quien durante 2023 capacitó a fiscales preferentes de todo el país en la materia, insiste en que lo ocurrido las últimas semanas era previsible y que es urgente avanzar en mayor planificación. Según indicó en entrevista con La Tercera, la principal causa de los siniestros sigue siendo el accionar de terceros.
Durante las últimas semanas, en medio del abordaje de los más de 3.650 incendios forestales que se han registrado en la temporada 2023-2024 en todo el país de acuerdo con reportes de Conaf, se ha vuelto a instalar el debate en torno a las responsabilidades que hay tras los mismos.
Aquello, porque mientras las autoridades han insistido en que la mayoría de los siniestros son producto de la acción de terceros, también se abrió un debate sobre si existían o no planes de evacuación actualizados en ciertas comunas, como en Viña de Mar. Un reportaje de Ciper, por ejemplo, apuntó a la gestión de la alcaldesa Macarena Ripamonti (RD), quien se defendió asegurando que el plan estaba entregado y cumplía con los requerimientos de Senapred. En la emergencia también quedó en entredicho la efectividad del Sistema de Alerta Temprana.
Se ha hecho fundamental, entonces, que el Ministerio Público esclarezca con la mayor celeridad posible el escenario. Y alguien que conoce de cerca dichas indagaciones es el fiscal regional de O’Higginis, Emiliano Arias, quien durante 2023, por instrucción del fiscal nacional Ángel Valencia, capacitó junto a su equipo a los persecutores preferentes que se establecieron en cada una de las fiscalías locales para la persecución de estos delitos.
En ese sentido, el profesional advierte que, si bien hay una serie de complejidades que se presentan a la hora de identificar a los responsables, también enfatiza que los escenarios son sumamente previsibles y que la planificación es clave ante estas causas.
¿Cómo analiza el escenario que se ha dado esta temporada respecto de los incendios forestales?
La situación era previsible. Todos los años pasa y va a seguir pasando, se van a seguir quemando miles de hectáreas. Si se analiza cómo es el invierno del año anterior o incluso antes, los meses de abril o mayo del año anterior, se puede identificar cómo viene la temporada de incendios de este tipo, que son forestales, fundamentalmente. Por ejemplo, 2016 fue un año bastante similar al 2023, que fue un año con harta lluvia. Eso genera muchísimo material combustible en verano. Eso que estaba verde en invierno se seca y vienen vientos y altas temperaturas. Con eso ya comienzas a avizorar el panorama y puedes cruzarlo con otros factores, como si hay muchas construcciones irregulares en determinadas zonas. Eso hacía prever que se iba a tener una temporada con hartos incendio y con muchas personas evacuadas y con riesgo de vida.
Se ha indicado que en la mayoría de los casos hay intervención de terceros. ¿Eso sigue siendo así?
En relación a las causas técnicas, estadísticas o del origen del fuego, se pueden ver los informes de Conaf que dan cuenta de que en más del 99% tiene participación el hombre. Y a diferencia de países como Canadá, donde hay mayor incidencia de incendios por causas naturales, acá en Chile no. Esos casos son muy raros. Entonces ahí es que hay que analizar de qué manera interviene el hombre. Si se producen por negligencia o que son intencionales.
¿Y cómo se define la intencionalidad?
Hay que ir a la raíz. Por ejemplo, hay incendios que se producen para limpiar un sector que luego se utiliza para plantar o construir casas, por lo que la motivación es el lucro y se puede establecer. O puede haber intencionalidad ligada a la acción de pirómanos.
Pero también hay acciones negligentes, que son la gran mayoría. Vemos a sujetos que con 40° están soldando, haciendo un asado en zonas no habilitadas o realizando quemas ilegales. Y, por otro lado, están los siniestros que tiene origen eléctrico, que son los más grandes y más devastadores, como los que vimos el año pasado fundamentalmente en la Región del Biobío.
Considerando que estos escenarios son previsibles, ¿faltaron medidas de parte de las autoridades?
Yo estoy seguro que en diciembre de 2024 y enero febrero de 2025 vamos a tener incendios donde se van a quemar miles de hectáreas. Son fenómenos que puedes alertar con tiempo. Ahora, tragedias como la denominada tormenta de fuego de 2017, la del año pasado en el Biobío o lo que está pasando ahora en Valparaíso, desde el punto de vista de la investigación penal, no son previsibles.
¿No hay actuar negligente de las autoridades?
No soy competente para decirlo, porque también desconozco cuáles son las medidas que se tomaron desde otras perspectivas. Pero en lo que se refiere a equipos de investigación, y de combate al fuego, desde el 2016 se ha avanzado muchísimo. Estamos a años luz de distancia.
¿Se hace necesario definir de forma más prolija las responsabilidades que hay tras los siniestros?
Me encantaría y no solo por las responsabilidades penales, porque puede ser que una negligencia no termine con una determinación de responsabilidad penal, pero hay autoridades que deben velar por la protección de la población y si esas autoridades no cumplieron con sus funciones, también pueden originar responsabilidades civiles y administrativas. Nuestro trabajo puede llegar a concluir eso y las carpetas investigativas pueden ser utilizadas por los afectados, porque se puede llegar a que hubo, por ejemplo, falta de servicio.
¿Considera que el abordaje de las emergencias de este verano ha sido responsable? Tempranamente se comenzó a indicar que había intencionalidad tras las llamas.
No voy a comentar declaraciones de otras autoridades. Acá hay que trabajar con certezas y si se están haciendo comunicaciones en ese sentido a todo un país, tiene que ser con la certeza de las causas, si no, eso solo lleva a confusiones. Ahora, sobre los avances que se pueda tener, lo desconozco absolutamente.
Se ha producido una suerte de “caza de brujas”, hay múltiples denuncias respecto de personas que supuestamente transitan iniciando focos incendiarios.
Esto es muy complicado. Yo puedo hablar sobre hechos propios, como lo que ocurrió en 2017, que sufrimos mucho en las regiones de O’Higgins y Maule. Ahí se hablaba muchísimo de intencionalidad, de grupos terroristas, de grupos asociados al conflicto de la Macrozona Sur. Pero en ese momento, como ya había certeza del origen y de las causas, yo lo comuniqué a la población, para ir esclareciendo el asunto.
¿Cuál sería un indicio potente de intencionalidad?
Por ejemplo, un incendio que se produce simultáneamente en tres focos muy cercanos entre ellos, que se producen en la noche y alejados de un tendido eléctrico. Evidentemente podríamos hablar de intencionalidad. Ahora, si a eso se suma la presencia alrededor de elementos acelerantes, ahí ya lo tienes. Con eso se tiene un indicio potente que va a guiar la investigación. Aunque falta la determinación de los partícipes y autores.
Falta unificar las bases de datos de investigación que tiene el Ministerio Público, para ver todos los antecedentes de incendios en su conjunto, y poder cruzar información de investigaciones con la que tiene Conaf”
Fiscal Emiliano Arias
Si uno mira las cifras respecto de delitos de incendio de 2023, se advierte que lograr condenas es bastante complejo. Si bien se registraron más de 9 mil casos, solo había 336 personas formalizadas. ¿Cuáles son las dificultades para encontrar a los responsables?
Claramente acceder luego a la detención de una persona es una dificultad que tenemos en general, la determinación de quién realiza un incendio intencional. Y obviamente vemos dificultades cuando no están los protocolos establecidos. Además, hay que considerar que en casos de incendio no se puede acceder al sitio del suceso de inmediato, hay que esperar que las llamas se extingan y el sitio se enfríe. Entonces, por la propia naturaleza del delito, es complejo. Pero la experiencia adquirida permite avanzar.
¿Qué medidas se podrían adoptar para lograr mayores resultados?
Muchas de las dificultades se pueden subsanar preparando la investigación de incendios en invierno. Y creo que falta unificar las bases de datos de investigación que tiene el Ministerio Público, para ver todos los antecedentes de incendios en su conjunto, y poder cruzar información de investigaciones con la que tiene Conaf. Esto, con miras a estar más preparados. Hay que hacer un análisis complejo de las estadísticas de los últimos cinco o tres años.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.