La tarde de este miércoles, el fiscal nacional Ángel Valencia en conjunto al fiscal general de Colombia, Francisco Barbosa, sostuvieron un encuentro donde analizaron y compartieron estrategias para combatir el crimen organizado en Chile.
La reunión se da luego de una oleada de violencia en el país, reflejada en la notoriedad que han tomado los homicidios con arma de fuego en la Región Metropolitana, como también los casos de secuestros ocurridos en los últimos días. Dentro de ellos, el del empresario rancagüino Rudy Basualdo -quien finalmente fue liberado con vida- fue uno de los sucesos que concentró la atención de las autoridades y policías durante la semana pasada.
En ese contexto, Valencia y el fiscal general de Colombia, Francisco Barbosa, se reunieron con los persecutores de la Macrozona Sur y con los directores de unidades especializadas, al igual que con Héctor Barros, fiscal regional, coordinador del proyecto Equipo de Tarea de Reacción Temprana ante Homicidios en contexto de Crimen Organizado (ECOH), que fue lanzado por la Fiscalía Nacional este lunes.
Tras el encuentro, en un punto de prensa, el fiscal Valencia aseguró que “es un honor” compartir con Barbosa y destacó que la cita se dio para colaborar con el ente persecutor “y explorar ámbitos de capacitación y cooperación de la fiscalía colombiana con los equipos de la fiscalía de Chile en el ámbito, particularmente, del crimen organizado y en particular, de la persecución e investigación de los delitos de secuestro y homicidio cometidos por el crimen organizado”.
El fiscal general de Colombia, Francisco Barbosa, añadió que durante el encuentro “pudimos compartir estrategias, conversar sobre nuestra tarea en la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos que yo presido (...) conversamos además sobre la diversa criminalidad transnacional que está afectando a Chile y que puede tener su origen en Colombia u otros países de la región”.
En ese contexto, el fiscal Barbosa planteó su impresión respecto al crimen organizado que afecta al país. “Chile tiene que estar muy atento a la dinámica de la criminalidad transnacional, por eso es mi venida para acá para ir contando cuál ha sido la evolución del crimen transnacional en nuestros países”, dijo.
“Uno de los temas fundamentales que se trató esta mañana fue la experiencia de Colombia en una estructura de protección de fiscales, testigos, de víctimas, de jueces en los diferentes procesos, las maneras en cómo se pueden establecer las discusiones en torno a la protección de los funcionarios y las partes de los procesos sobre todo cuando se enfrentan organizaciones transicionales que han venido cambiando las prácticas delictivas en algunos lugares del territorio de Chile y en algunos lugares de Colombia”, reveló el fiscal Barbosa respecto a las reuniones de la mañana sostenida en el Congreso Nacional.
“Abordamos también la relación que existe entre la persecución penal y el manejo de los bienes por parte de los delincuentes. La persecución no puede estar alejada de la búsqueda de mecanismos para quitarles los bienes a los criminales”, añadió.
Respecto a las similitudes de criminalidad entre Chile y Colombia, Barbosa destacó que ambos países el crimen dejó de ser nacional y que “el crimen hoy es transnacional. Tenemos redes que han generado unos trastornos en diferentes lugares del continente. Hoy lo vemos con la inmigración ilegal y las afectaciones que se están presentando en el Darién, más de 350 mil personas pasan por año por ahí, involucrando una gran cantidad de delitos”.
En esa línea, también mencionó la cibercriminalidad que también afecta a ambos países, lo que “está generando unas alteraciones, incluso en los mecanismos de economías criminales dentro de los territorios”.
“Tenemos prácticas de secuestros o de extorciones que incluso operan a través de organizaciones transnacionales”, dijo Barbosa, mencionando al Tren de Aragua como ejemplo.