El caso del estudiante de la Universidad Humanismo Cristiano, Gustavo Gatica Villaroel (21), se transformó en uno de los hitos de estos 25 días de manifestaciones. El joven perdió un ojo, tras recibir un disparo por parte de Carabineros, en medio de una protesta el viernes 8 de noviembre en Alameda con Vicuña Mackenna, y su imagen rápidamente se viralizó en redes sociales. Además, cuando las críticas a la policía crecían por este procedimiento, el general director de la institución, Mario Rozas, anunció un ajuste a los protocolos de las fuerzas de orden.

Ese día a las 17.30 de la tarde, Gatica recibió el disparo y una hora después fue trasladado hasta la Clínica Santa María. De inmediato, la Fiscalía Centro Norte tomó el caso, en compañía de la Brigada de Derechos Humanos de la PDI.

El persecutor Francisco Ledezma centró las primeras pesquisas en saber qué sucedió ese día: requirió las cámaras de seguridad del sector, empadronó a testigos, y se constituyó en el sitio del suceso. Posteriormente, con el panorama más claro, la PDI recibió una clara instrucción: saber quién había sido el carabinero que la tarde del 15 de noviembre disparó a Gatica.

Sumario número 35

De esta manera, según relataron distintas fuentes del caso, el fiscal llegó hasta la 40° comisaría de Fuerzas Especiales de Carabineros para realizar algunos peritajes. El Ministerio Público pidió a la policía uniformada la lista de efectivos que el día del incidente estaban en el cordón Alamenda/Vicuña Mackenna, además de la planilla de los uniformados que ese día estaban conteniendo las manifestaciones en Santiago.

Estas diligencias no solo están radicadas en el Ministerio Público. Ello, pues además de las responsabilidad penales que se buscan determinar, la institución uniformada también inició un sumario para determinar las responsabilidades administrativas de los efectivos que estuvieron involucrados en este caso. Este sumario es el número 35 que lleva la policía uniformada, desde que estalló la crisis.

Para avanzar en este procedimiento es que el fin de semana, cuando Gatica estaba internado, un grupo de carabineros intentó tomarle declaración a la víctima. Fuentes policiales señalaron que llegaron hasta el recinto hospitalario, pero que un representante del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), les señaló a funcionarios que el joven no quería recibirlos.