La tarde del miércoles 20 de junio, entre las 12.00 y 13.50, la cárcel Santiago Uno fue el escenario de una brutal golpiza contra Jhonatan Chávez (21) y Cristián Romero (20), dos ciudadanos ecuatorianos que participaron en el robo con homicidio de Margarita Ancacoy (40), ocurrido el lunes pasado en el barrio República.
Según lo relatado en la audiencia, en el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, donde fueron formalizados por el delito de tortura cuatro internos del lugar, los hechos se iniciaron en el patio del módulo 11. Allí, algunos reclusos invitaron a los ecuatorianos a la sala de comida para ofrecerles pan.
En ese lugar, los imputados del homicidio de la mujer contaron el motivo por el cual llegaron al recinto carcelario. Tras la confesión, comenzaron a reunirse varios reos que amenazaron con golpes a Chávez y Romero, quienes fueron llevados al interior del módulo, donde siguieron las golpizas.
El resto del grupo que participó entregó agua y papel higiénico para que limpiaran sus heridas. En ese lugar, Sergio Blanch, de oficio barbero, les rapó el cabello con una máquina rasuradora. Luego, los tiraron a las duchas con agua fría por media hora y les pegaron con termos, palos y fierros.
Tras los golpes, dejaron a ambos agredidos solo con una polera y ropa interior, para llevarlos al patio y aplicarles corriente en los hombros. Esta última acción fue cometida por Jarvy Torres, otro de los imputados por el delito de tortura, de nacionalidad colombiana, y a quien se le atribuye la jefatura del módulo 11. Blanch, por su parte, los agredió con un palo, mientras que Manuel Toro lo hizo con combos y patadas. En la audiencia se conoció también que el ciudadano dominicano Miguel Ángel del Rosario les propinó "puntazos" con un arma blanca.
Según el relato de la fiscal Marcela Adasme, de la Fiscalía Centro Norte, el gendarme Héctor Palma Ortiz, contra quien se dictó una orden de detención por no presentarse al tribunal, fue testigo de lo ocurrido e hizo "vista gorda", pese a ser el encargado de seguridad del módulo.
La fiscal Adasme indicó que el gendarme Palma fue imputado del delito de tortura "cometido por un funcionario público en calidad de autor", pues según dijo la persecutora, "se le pudo situar en el lugar de los hechos, porque según sus declaraciones era el único funcionario de Gendarmería que estuvo en el módulo 11 y que trató de detener la agresión". Detalló que hoy en la mañana se despachó la orden de detención en contra del gendarme, que no logró ser habido por personal de la PDI. Sobre esta situación, Gendarmería instruyó un sumario para determinar las responsabilidades. "Se aplicará todo el rigor de la ley a quienes estén involucrados en los apremios a los cuales fueron sometidos", señaló la institución.
Se señaló que Manuel Toro está recluido por homicidio; Miguel Ángel del Rosario, por robo con violencia; Sergio Blanch, por homicidio, y Jarvy Torres está preso por mal uso de instrumento privado, aparentemente por clonación de tarjetas.