La fiscalía local de San Carlos, en la Región de Ñuble, coordina las primeras indagaciones con el fin de para esclarecer si existió maltrato de animales de propiedad de habitantes de la zona de San Fabián de Alico, quienes fueron desalojados por la construcción del embalse Punilla.

Las familias afectadas acusan que junto con abandonar sus hogares, debieron dejar a sus aves, cabras, equinos y bovinos por no tener un lugar adecuado para alojarlos.

Entonces, los animales quedaron al resguardo de la empresa Astaldi, a cargo de la construcción del proyecto hidroeléctrico que ocupará la cuenca del río Ñuble.

Visita en terreno

El fiscal jefe de San Carlos,

Rolando Canahuate

, visitó ayer el terreno donde se encuentran los animales para verificar su estado. Al mismo tiempo, instruyó una serie de diligencias.

"Entres ellas está una orden  de investigar a la Brigada Investigadora  de Delitos Medioambientales (

Bidema

) y a la Brigada de Investigación Criminal (

Bicrim

)", precisó.

Al mismo tiempo, se remitieron oficios a instituciones públicas, como las autoridades de Medio Ambiente, "para ponerlos en conocimiento de la situación y para que remitan un informe  en relación al estado de los animales", añadió.

La investigación se inició el 19 de diciembre luego la Comisión de Medioambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados enviará un requerimiento de investigar a la Bidema de Valdivia.