A pesar de los aplausos que recibió el sábado pasado la primera realización de la carrera electromóvil de la Fórmula E en nuestro país, una nueva complicación se suma al controvertido evento, luego que la Fiscalía Centro Norte ordenara este lunes iniciar una investigación para conocer el origen de los daños en la escultura 'Ícaro y Dédalo', ubicada en el frontis del Museo Bellas Artes.
Esto, luego que los mismos vecinos del Parque Forestal denunciaran una colisión por parte de un camión que formaba parte de la organización del evento y que trabajaba para deshabilitar el perímetro. Ello habría ocasionado la fractura de un fragmento de la estructura, así como también el deslizamiento de una de sus bases.
El subcomisario Edgardo Ramírez, de la Brigada Investigadora de Delitos contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural de la PDI, señaló que "en primera instancia se puede decir que efectivamente parte del trabajo de producción de la Fórmula E fue quien pudo haber originado este daño en la obra, ahora, decir si fue un camión u otro medio, está en materia de investigación".
A través de levantamiento de imágenes y peritaje técnico, la fiscalía intentará determinar el nivel de daño estructural de la obra, aunque se estima que su reparación rondaría los US$ 100 mil. Para ello tendrán un plazo de 30 días.
Querellas
Horas antes de los primeros peritajes de la PDI en el frontis del Museo, desde la Municipalidad de Santiago señalaron que se harían parte de todas las acciones legales que hubieran entorno a los daños.
"Con los hechos ocurridos en el monumento ubicado en Bellas Artes, el municipio de Santiago se sumará a todas las querellas que realicen tanto el Museo y la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos (Dibam), contra quienes resulten responsables", indicó Bernardita Lorenzini, directora del departamento de Espacios Públicos del municipio.
Como el proceso de desmontaje de la pista aún no ha concluido, la municipalidad de Santiago configuró una cuadrilla con nueve direcciones municipales para establecer un balance final de los efectos de la carrera, el que será dado a conocer durante esta semana.
Daños
Para Luis Montes, escultor y restaurador colaborador del Museo de Bellas Artes, hay tres grandes daños en la estructura de bronce: "Los primeros dos son los más visibles: un desgarro en una de las alas (que no solo corta el bronce, sino que produce su deformación) y un desprendimiento en el pie, que tiene un corte limpio porque es parte de la juntura de la pieza".
A ello, Montes agrega un tercer aspecto, que tiene que ver con el deslizamiento de la placa donde está posada la obra. "Habrá que estudiar si hay que hacer una restitución volumétrica con el mismo tipo de piedra, pero dada la antigüedad de la base (de unos 60 años), es bien difícil porque no se sabe con exactitud su origen", manifestó.
A su vez, el escultor e historiador del arte, Gaspar Galaz, critica la poca seguridad que existe en Chile entorno al patrimonio nacional. "Todas las esculturas como esa tienen que ser muy bien cuidadas. En Francia pasa algo a un kilómetro de una escultura y ya la están cubriendo con cajas de madera. Esa escultura debió haber sido forrada entera, tapada con una caja. Nadie previó esto. El daño debe costar unos $ 100 millones, versus $ 1 millón que costaba la caja".
En esa línea, Galaz agregó que "no hay cuidado con el patrimonio en el país. Sobre todo con la escultura actual, salvo en la ciudad empresarial: ahí las obras están muy bien cuidadas. Con las otras como en Parque Forestal, todo es un desastre: la de Osvaldo Peña, la de Francisco Gazitúa, o incluso la mía que está más abajo. No hemos llegado aún a esa etapa cultural, nos falta todavía", concluye.