En las últimas semanas, tres escuelas rurales de las comunas de Tirúa y Cañete, en la Región del Biobío, resultaron incendiadas. Debido a la seguidilla de ataques, el intendente regional, Sergio Giacaman, y el Seremi de Educación, Fernando Peña, presentaron hoy una denuncia en la Fiscalía Regional: “Estos incendios no fueron accidentales, fueron intencionales, y por lo mismo requerimos del apoyo de la justicia y del Ministerio Público para que se investigue, se persiga y se condene. Son hechos que no queremos que se vuelvan a repetir”, manifestó Peña.

El primer hecho ocurrió la noche del 14 de julio y afectó a la escuela municipal G-434, de la localidad Cerro Negro, en la comuna de Tirúa, donde se educaban cinco alumnos.

El segundo se registró el 15 de julio, en el sector Lanahuel, de la comuna de Cañete, donde se quemó por completo la escuela-internado Pedro Etchepare G-855, la cuál albergaba a 15 estudiantes.

El último ataque ocurrió la madrugada de este miércoles y afectó a la escuela municipal F-820 Ana Molina, del sector Tranaquepe, de la comuna de Tirúa, donde estudian 153 alumnos de la zona.

Respecto a la reposición de los establecimientos y el destino de los alumnos, Fernando Peña, señaló que continuarán las clases desde las casas mientras analizan alguna solución.

“Por mientras es difícil pensar en reconstruir la infraestructura, ¿qué empresa va a querer ir a instalar una máquina o grúa a un sector que casi a diario está asolado por la violencia. Es muy difícil trabajar en estas condiciones, no es falta de voluntad, es más bien la dificultad y las condiciones de la provincia y sobre todo de las comunas de Tirúa y Cañete lo que obstaculiza que podamos disponer de manera veloz de una infraestructura de emergencia”.

Ministerio Público

El fiscal Juan Yañez, de la unidad de delitos de alta complejidad, descartó el vínculo de los incendios con temas de reivindicación de tierras.

“En la zona hay antecedentes o hechos que están efectivamente ligados al conflicto mapuche y otros que son netamente delictuales y que están tratando de disfrazarlos con reivindicaciones. Por el momento, los antecedentes me llevan a dar una visión muy preliminar que no tiene que ver con las reivindicaciones territoriales”, indicó.

El persecutor manifestó lo complejo de las investigaciones en la zona, debido al temor de testigos a las represalias: “Existe mucha gente que está atemorizada y que no tiene ganas de hablar por represalias. Hoy tenemos aproximadamente ocho personas que están privadas de libertad en la Cárcel de Lebu por atentados, homicidios en contra de gente mapuche que trata de vivir tranquila””.

Respecto del trabajo preventivo en la zona, el Intendente del Biobío, Sergio Giacaman, señaló que se está desarrollando un trabajo entre los sistemas de inteligencia de las Fuerzas Armadas y de seguridad, el cual se debe reforzar: “Hacemos un llamado al Parlamento para que discuta la ley que mejorar ese sistema y que se apruebe una norma que nos entregue mayores herramientas”, manifestó .