El Juzgado de Garantía de Rancagua determinó dejar en prisión preventiva a Manuel Olivares Maldonado, quien la semana pasada había sido dejado en libertad en San Antonio, pese a que portaba armas y municiones.

"El Kiruza", como es conocido, deberá permanecer con la cautelar durante los 120 días que dure la investigación, tras ser identificado por el Ministerio Público como el líder de una organización criminal.

Tras la audiencia, el fiscal Sergio Moya se mostró conforme, por cuanto la determinación "da cuenta de trabajo investigativo que se viene realizando desde el 2 de abril, a propósito de denuncias de vecinos de una población de Rancagua".

"La libertad de este imputado es un peligro para la seguridad de la sociedad. Él registra condenas por tráfico desde el año 1999, la última del año 2015, y la cantidad de municiones y armamento en su poder dan claramente cuenta de una agrupación de sujetos que perpetraba delitos", sostuvo.

Como explicó, Olivares fue detenido la tarde de ayer lunes portando una serie de elementos prohibidos por la ley de control de armas, como cargadores, subametralladora y municiones de diverso calibre.

La investigación iniciada por el Ministerio Público, según el persecutor, dice relación con una serie de agresiones con armas de fuego "que tienen su raíz y su vinculación a rivalidades entre grupos dedicados al tráfico y microtráfico de droga".

En el mismo sentido, Moya agregó que en el marco de esta investigación aún hay personas que deben ser detenidas.

Olivares quedó en libertad la semana pasada luego de que la Justicia determinara que su detención no se llevó a cabo bajo los parámetros establecidos.

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