Una de las últimas reformas educacionales fue la Carrera Docente, que cambió fuertemente las condiciones de los profesores. Por ejemplo, elevó los requisitos para estudiar pedagogías y desde 2020 se necesitarán más de 550 puntos en la PSU para entrar a esas carreras.

Además, se aumentaron las horas no lectivas, es decir, el tiempo laboral que los profesores pasan fuera del aula y que usan para preparar sus clases: desde este año, los maestros deben usar el 35% de su horario para estas tareas.

Ambas medidas buscan mejorar la calidad de la docencia. Sin embargo, tuvieron efectos colaterales no deseados, pues produjeron un déficit de docentes: hoy hay menos egresados de pedagogía y los colegios necesitan contratar más maestros, ya que estos pasan menos tiempo en la sala de clases.

Y ese déficit seguirá creciendo: según un estudio de Aequalis, un foro de académicos sobre educación superior, en 2023 se proyecta que egresarán cerca de 9 mil nuevos profesores, 46% menos que los casi 16.700 que egresaban en 2014. El análisis coincide con el que hizo la fundación Elige Educar, que dice que a 2025 faltarán 32 mil docentes en el sistema escolar.

¿Cómo evitar una eventual crisis en los colegios? Iván Navarro, presidente de Aequalis, dice que es clave mejorar los incentivos para estudiar pedagogía, sin reducir la calidad que se buscaba con la Carrera Docente.

"Las universidades tienen que esforzarse para mejorar los perfiles académicos y currículos de estudio, y generar mecanismos que superen los actuales índices de titulación, porque hay un alto nivel de deserción en las carreras pedagógicas", agrega.

Lo mismo cree Joaquín Walker, director ejecutivo de Elige Educar, quien plantea que se necesita "adecuar la Beca Vocación de Profesor, que fue una iniciativa exitosa pero que hoy perdió su valor relativo frente a la gratuidad. Además, se dejó de difundir con fuerza. Hay mucho espacio para mejorarla".

Entre las alternativas para mejorar esta beca, añade Walker, está el cambiar las condiciones de devolución, pues hoy quienes la utilizan deben trabajar tres años en colegios subvencionados, y eso se podría reducir a dos o un año. También propone asociarle un puntaje más alto para acceder a Becas Chile.

En el Mineduc están atentos a esta situación. El subsecretario de Educación, Raúl Figueroa, dice que la proyección del estudio de Aequalis "es una consecuencia predecible" del aumento de las exigencias.

"Esto nos plantea el desafío de aumentar el número de estudiantes de pedagogía, manteniendo esa selectividad. Para ello, es fundamental valorizar el rol del profesor y generar condiciones para atraer y retener a los docentes", afirma.

A juicio de Figueroa, la Beca Vocación del Profesor cumplía con ese objetivo, pero "sus efectos se vieron limitados por la gratuidad", ya que un estudiante con ese beneficio no puede optar a los incentivos que ofrecía la beca, creada en 2010.

Déficit por especialidad

Según el análisis de Aequalis, las pedagogías de Educación Tecnológica, Educación Media, Educación Básica, Educación Física e Historia y Ciencias Sociales son las que tendrán las mayores caídas en su titulación. De hecho, respecto a la primera de estas, se proyecta que en 2023 ya no egresarán docentes que ejerzan esa especialidad.

El presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, también prevé que habrá déficits en algunas especialidades, "sobre todo en aquellas en que el mercado educativo no se ha interesado, como algunas pedagogías que requieren más infraestructura o son menos rentables para las universidades".

El dirigente cree que es necesario que las universidades públicas se hagan cargo de este escenario. "La U. de Atacama, que es pública y está en una región con un alto déficit de docentes, cerrará dos carreras de pedagogía, Educación Parvularia y Pedagogía en Inglés, y eso es contradictorio. Ahí debe intervenir el Estado", afirma.

Y Ana Luz Durán, decana de la Facultad de Ciencias de la Educación de la U. San Sebastián, también propone elevar más aún los sueldos de los docentes, porque "tanto en Chile como en otros países de Latinoamérica se evidencian que los sueldos de los profesores son considerablemente menores a los de otros profesionales".