El jueves 22 de diciembre de 2022, pasadas las 18 horas, se declaró un gran incendio en Viña del Mar, en las cercanías de la Villa Nueva Esperanza, entre el aeródromo Rodelillo y el sector de Las Palmas.

El siniestro comenzó un incendio forestal, que avanzó por las quebradas en virtud de las fuertes ráfagas de viento que hubo en el momento, cercanas a los 50 km/hora. Sin embargo, la rápida propagación llevó a la afectación de zonas habitadas, gatillando el deceso de dos personas.

Esa noche, la delegación presidencial regional de Valparaíso, en coordinación con la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi) y la Corporación Nacional Forestal (Conaf), declararon alerta roja para la comuna y se ordenó la evacuación de los sectores de Tranque Sur, Puerto Montt, Puerto Aysén, Cabritería, Forestal Alto y la toma Felipe Camiroaga.

El incendio se fue desplazando por la parte alta de Forestal y Nueva Aurora, arrasando con centenares de viviendas y hectáreas de vegetación. También el fuego rodeó el anfiteatro de la Quinta Vergara, por lo que de manera preventiva, el municipio viñamarino tuvo que retirar obras de arte del Palacio Vergara, mientras bomberos de varias comunas de la zona centro protegían las casas aledañas.

Tres días después, la ministra del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá, anunció que el incendio se encontraba controlado, aunque no completamente extinguido, pasándose de la alerta roja a alerta amarilla.

El triste balance que dejó el incendio fue dos fallecidos, 200 lesionados, 410 viviendas afectadas y más 1.000 personas damnificadas.

El incendio forestal afecto la parte alta de la ciudad de Viña del Mar. Foto: Dedvi Missene

Un detenido y próximo al juicio oral

Meses después y tras una investigación de la Fiscalía de Valparaíso y la Policía de Investigaciones, el jefe de la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medioambiente (Bidema) regional, prefecto Henrik Arguedas, señaló que el punto de origen del siniestro se produjo en una quebrada a 120 metros de la toma Nueva Esperanza.

Añadió que en dicho lugar existía un ruco, donde dormía un hombre en situación de calle, quien habría manejado fuego mediante una fogata o alguna colilla, lo que habría sido el punto de inicio del fuego. Al ser entrevistado por los efectivos, el acusado reconoció ser adicto a las drogas.

El sujeto fue detenido el jueves 21 de septiembre y luego, tras pasar a control y formalización de cargos, el Juzgado de Garantía de Viña del Mar decretó la prisión preventiva en su contra por considerarse un peligro para la seguridad de la sociedad.

El hombre de 56 años, de iniciales M.A.C.J., está acusado de los delitos de incendio y cuasidelito de homicidio.

A más de un año, desde el Ministerio Público señalaron el imputado se mantiene en prisión preventiva, que para el 27 de febrero está fijada la audiencia de cierre y se irá a juicio oral.