“Estoy en shock”. Esas fueron las primeras impresiones que compartió en sus redes sociales la actriz Antonella Ríos, tras sufrir una encerrona mientras se trasladaba en vehículo junto al exfutbolista Marcelo Barticciotto, en la comuna de Ñuñoa, en la Región Metropolitana.
Ríos se encontraba junto al exjugador en el vehículo de éste último, el que fue robado por cinco sujetos, quienes se bajaron de un automóvil tipo suv y los abordaron en la intersección de calle General Gorostiaga con Pucará.
De acuerdo con información policial, los sujetos mantenían sus rostros descubiertos y tres de ellos estaban premunidos de armas de fuego cortas, con las que los intimidaron y obligaron a descender del automóvil.
En conversación con el matinal Buenos Días a Todos, la actriz relató lo sucedido, asegurando que aún se mantiene en estado de “shock”.
“Fue una situación súper violenta, y como todos sabemos, esto se reitera día a día en diferentes comunas, no solamente en algunas, sino que esto es alrededor de todo Santiago, de toda la capital”, indicó.
Sobre los hechos, la intérprete señaló que Barticciotto -quien iba manejando el vehículo- se detuvo por un momento, y fue allí cuando los sujetos les robaron. Además, aseguró que los delincuentes reconocieron al exfutbolista.
“Se bajan simultáneamente personas por los dos lados del auto y abordan el auto en el que estábamos nosotros, abren las puertas y la situación es súper tensa, porque yo tenía el seguro y no podía abrir”, sostuvo.
“Yo en ese momento pensé, fríamente hablando, que me iban o a disparar o me iban a pegar, porque como no estaba resultando la acción que ellos querían lograr, es decir, abrir, bajarme, sacarnos, llevarse el auto, llevarse las especies, yo me puse muy nerviosa, porque sentí como que no estaba rindiendo a sus requerimientos, no estaba colaborando”, relató.
Ríos señaló que los delincuentes tendrían entre 18 a 20 años de edad. Además, contó que les apuntaron con sus armas.
“A Marcelo le apuntan aquí (en la frente), a mí me pegan con la parte de abajo, la cacha de la pistola, como para que soltara, porque yo en un momento agarro mis cosas y digo, ‘pero no, no sé, ni una posibilidad’, que es lo que típico que dicen, uno tiene que finalmente ceder a lo que te vayan a decir, porque es la vida o son tus cosas”.
“Finalmente, bueno, se llevan las cosas, quedamos ahí, los vecinos escuchan, porque hay un frenazo, sale gente, nos ayudan, así que agradecer a la gente que siempre está a disposición en estas situaciones complicadas, donde uno queda súper desorientado”, indicó.
En ese sentido, relató que unas mujeres les ayudaron. “Nos prestaron el teléfono, que es la parte fundamental para poder hacer el bloqueo de todas las cosas que teníamos, tarjeta, el celular, etcétera, y nos llevaron a la comisaría, hicimos la denuncia y logramos, de alguna manera, estar más tranquilos”.