Fuego, destrozos y amenazas: la violenta jornada del Instituto Nacional
Estudiantes encapuchados y vestidos con overoles blancos pertenecientes al emblemático establecimiento volvieron a protagonizar hechos de violencia, los que esta vez incluyeron fogatas al interior del recinto, amedrentamiento a la comunidad educativa, oficinas destruidas y la denuncia de que una funcionaria fue rociada con bencina.
El Instituto Nacional (IN), literalmente, ardió este jueves. En la tónica de lo que ha sido un año violento en el tradicional establecimiento santiaguino, la jornada de hoy ha sido una de las más bruscas de las que se tenga memoria.
Según detallan miembros de la comunidad educativa, el miedo se apoderó por largos momentos de alumnos y profesores. Y es que, cuentan testigos que prefieren no ser identificados por temor a represalias, este jueves se observaron hechos de violencia y agresiones a dos inspectoras. “A una de ellas los encapuchados la pusieron contra la pared”, dicen las mismas fuentes.
Pero, quizás el hecho más grave que esta misma persona describe, es que la jefa de la Unidad Técnico Pedagógica (UTP), fue rociada con bencina. “El humo entró a las salas y hubo profesoras agredidas... Solo agreden a mujeres, nunca a los hombres”, detallan desde el interior del IN. En total, dicen otros testigos, hubo dos funcionarios agredidos (contando a la persona que recibió bencina). Ambos fueron derivados a la Asociación Chilena de Seguridad, quienes fueron acompañados por personal de la Dirección de Educación del municipio.
Miembros de la comunidad, además, detallan que hubo una serie de destrozos, con barricadas y fogatas en el patio, destrozos en oficinas y decenas de rayados en las paredes.
“Son delincuentes. Alumnos, sí, pero delincuentes, al fin y al cabo. Hacen todo en impunidad. Hay que permitir que entren Carabineros. Hay que buscarlos y pillarlos. Su afán no es político, son medios anarcos, pero no tienen consistencia política. Son choros, son prepotentes con las mujeres, son patos malos”, dice con impotencia uno de los miembros de la comunidad.
Pero no fue lo único. Y es que si bien no hay aún certeza de que hayan sido estudiantes del IN, cerca del mediodía algunos manifestantes quemaron una bandera chilena en las cercanías del establecimiento. Además, algunos testigos aseguran que varias de las personas que se vieron involucradas en la agresión a Simón Boric, hermano del Presidente, provenían del mismo liceo. Ya en la mañana los mismos overoles blancos del IN habían interrumpido el tránsito con la instalación de barricadas incendiarias en la Alameda a la altura de la Universidad de Chile.
Desde el municipio, en tanto, el jefe de la Dirección de Educación, Rodrigo Roco, entrega su visión: “Rechazamos y condenamos los hechos de violencia producidos hoy por un grupo de personas encapuchadas con overoles y que agredieron cobardemente a integrantes de la comunidad educativa y obligaron a terminar con la jornada”, asegura.
Esta situación que describe Roco tiene relación con un número indeterminado de estudiantes encapuchados –algunos vestidos con overoles blancos- que entraron a la fuerza a las salas de clase, amenazando a profesores y alumnos. “¡Afuera todos!”, repetían quienes protagonizaban los hechos de amedrentamiento.
En efecto, las clases de esta jornada fueron suspendidas y los profesores esperan que las de este viernes corran la misma suerte. Ellos, de hecho, se iban a reunir para ver qué pasos seguir, recordando que hace algunas semanas se manifestaron en contra de la situación de violencia que vive el recinto educacional.
En ese orden de cosas, el equipo directivo del IN ya interpuso la correspondiente denuncia y, según cuentan desde el municipio, pretenden “aplicar la normativa interna buscando que no exista impunidad”.
“Asimismo, esperamos que organismos y poderes del Estado tomen cartas en el asunto y ayuden a ir aislando y erradicando estas acciones de violencia. Estas acciones, si bien han sido considerablemente menos en número que años anterior, son de por sí gravísimas e inaceptables”, añade Roco.
Y cierra: “Nosotros seguiremos trabajando en diálogo con la comunidad del IN y las autoridades que correspondan, como el Mineduc, para que el Instituto pueda dejar atrás estos años de violencia”.
Tan solo ayer el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, se había reunido con el Consejo Escolar del Instituto y con la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, y el propio Roco. ¿La idea? Abordar las demandas de la comunidad y la violencia que han afectado a este establecimiento.
“Acordamos rechazar de forma transversal esos hechos y trabajar en conjunto para evitar que sigan sucediendo“, dice al respecto el titular de la cartera, quien añade que como ministerio ”repudiamos las agresiones que una vez más ha sufrido la comunidad del Instituto Nacional, por culpa de un grupo de violentistas que actúa desde el individualismo y la irracionalidad”. Asegura, además, que están coordinados con el Ministerio del Interior “para evaluar acciones que permitan reestablecer la paz en el establecimiento, a la vez que la Superintendencia de Educación está trabajando con las denuncias que ya han recibido sobre esta materia”.
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