El fuerte reto del ministro Espina a Martínez por dichos "imprudentes"

"En la reunión sostenida esta mañana con el ministro de Defensa Nacional, me representó que mis palabras fueron imprudentes. Me hago cargo de ello y si algunas de mis expresiones fueron así interpretadas, ofrezco las excusas correspondientes".

El anterior es el segundo párrafo del discurso que, pasadas las 14 horas y ante una treintena de periodistas, el comandante en jefe del Ejército, general Ricardo Martínez, leyó en el edificio institucional. Sin aceptar preguntas.

Decir que la jornada fue compleja y tensa resulta ya una frase casi repetida en el ámbito de esta rama castrense. Hace dos semanas, de hecho, 21 generales fueron pasados a retiro, en el cambio de alto mando más drástico de los últimos 30 años. El 16 de octubre fue procesado el general (R) John Griffiths -segunda autoridad de la institución-, por eventual fraude al fisco. Y ese mismo mes fueron dados de baja dos coroneles, uno de ellos director de la Escuela Militar, por un homenaje al brigadier (R) Miguel Krassnoff, preso en Punta Peuco. Por ello, el discurso que el general Martínez dio esta semana en ese mismo recinto, con varias frases controvertidas, y la posterior difusión de su audio, volvió a agitar las aguas que ya se creían quietas.

Por la mañana, a las 9.15 horas de este viernes, Martínez llegó a la cita que la noche anterior le había fijado el ministro de Defensa, Alberto Espina, para que le explicara el "alcance y sentido" de sus dichos en el audio difundido. Trascendió que el encuentro fue tenso. Que bordeó la hora de duración. Y que el secretario de Estado le reprochó directamente tres puntos centrales.

Uno, la compleja generalización que hizo respecto de que efectivos militares estarían involucrados en la supuesta venta de armas a narcotraficantes. El audio del general habla de oficiales y suboficiales. Finalmente, el caso, que se encuentra en la fiscalía militar y implica a cinco cabos, es grave. Pero de sus palabras, se le indicó, podría interpretarse que se trata de algo más frecuente.

Dos, la mención que el alto oficial hizo a la Armada y la Fach respecto de las irregularidades que la ministra Romy Rutherford indaga en el Ejército por el sistema de pasajes y viajes. Se le representó lo inconveniente de esa alusión. De hecho, trascendió durante la jornada la molestia de las dos ramas.

Y tres, el acto deliberante (según la Constitución, las FF.AA. son entes obedientes y no deliberantes) que habría cometido al decir que el sistema de pensiones había que defenderlo "con dientes y muelas".

El ministro Espina también le pidió entregar todos los antecedentes de la compra y venta de armas a delincuentes a la fiscalía, y que le aclarara sus expresiones a la ministra Rutherford.

De igual modo, se le solicitó mayor coordinación con la conducción política de la Defensa, que le corresponde al ministro, quien por lo tanto debe conocer todas las decisiones que se toman en materias militares y de seguridad. Esto, pues este viernes el general Martínez reconoció que no informó en su momento a Espina sobre los cinco cabos implicados en el tema de las armas.

Por la tarde, tras el discurso del comandante en jefe, en fuentes de gobierno se reconoció el valor de que la autoridad militar haya ofrecido disculpas públicas. Pero no habrían sido vistas con los mismos buenos ojos en La Moneda algunas expresiones personalistas contenidas en el documento. Por ejemplo, sobre el final, cuando indica: "De acuerdo con las instrucciones del ministro de Defensa, y en concordancia con los objetivos de probidad y transparencia que impulso...".

En relación al audio que se filtró, el general Martínez explicó que "la reunión que sostuve con los oficiales de la Guarnición Militar de Santiago, el martes 20 de noviembre, y con los suboficiales, el día 21, tuvo por objetivo reforzar mi política de transparencia, probidad y apego a la disciplina, a raíz de la serie de hechos de carácter judicial y administrativo que han afectado a algunos integrantes del Ejército (...)

Esta actividad que forma parte de los contactos permanentes de este comandante en jefe con el personal del Ejército, era de carácter reservado, por lo que utilicé un lenguaje directo y franco".

Sobre su alusión a las otras ramas de las FF.AA., el almirante (R) Jorge Arancibia opinó que "la cohesión interinstitucional en la Defensa debe ser fuerte, con aliados estrechos. Me parece que los dichos del señor comandante en jefe del Ejército, respecto de otras dos ramas, son muy desafortunados e inadecuados e inconvenientes, y no van en esa dirección". Añadió que "nunca había visto algo así".

El analista Augusto Scarella, ex militar, señaló, sobre la filtración del audio, que "una institución jerarquizada no puede permitirse que funcionarios intenten manejar la situación comunicacional que sostiene el Ejército mediante acciones fuera de contexto".