En prisión preventiva quedó el principal sospechoso de la muerte de Bastián López Reyes (19), quien falleció tras recibir 27 disparos de parte de otro joven en la comuna de Conchalí, y cuya muerte abrió un debate sobre cómo son manejados los "funerales narcos".
El imputado fue formalizado por homicidio calificado, y por ello deberá estar por lo menos 100 días en la cárcel hasta que termine el proceso judicial en su contra y se determine su responsabilidad en los hechos y su eventual sentencia.
De acuerdo a la fiscal Metropolitana Centro Norte, Macarena Cañas, el imputado arriesga presidio efectivo que va desde 20 años o presidio perpetuo.
El acusado se entregó ayer a Carabineros y no quiso prestar declaración durante la audiencia.
El funeral de "alto riesgo"
López Reyes falleció el domingo luego de recibir varios disparar fuera de su casa y su funeral significó una operativo de seguridad para que el féretro fuera ingresado al patio del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Chillán para que su madre Yohana Reyes -que se encuentro recluida ahí desde el año pasado- pudiera despedirse de su hijo.
El procedimiento fue autorizado por el Juzgado de Garantía de Chillán y significó un dispositivo de seguridad desplegado por Gendarmería y de Carabineros.
Finalmente desde la primera institución anunciaron que presentaran un recurso contra el tribunal que autorizó el traslado del féretro.
Además durante la madrugada del miércoles vecinos escucharon varios tiroteos y enfrentamientos.