"No lo pensamos dos veces: había que proteger a nuestros carabineros, había que apoyarlos tal como ellos nos apoyan a nosotros ". Así describe el gásfiter, L.O.G.V. la decisión de facilitar el furgón utilitario de la empresa, en la que trabaja cambiando medidores de agua, para que dos carabineros realizaran junto a ellos, la persecución de un joven que, minutos antes, había sido repelido a balazos por embestir en su vehículo a los efectivos y a su perro policial en el centro de Arica, luego que le cursaran una infracción por no portar licencia.

El trabajador de RCM Servicios, que es contratista de la sanitaria Aguas del Altiplano, revela que junto a su hermano con quien comparte labores , "subimos a los carabineros, practicando el mensaje que a diario nos da nuestro jefe, de que en cualquier evento que la comunidad necesite ayuda, debemos colaborar. Yo fui bombero hace 20 años y quizás eso hizo que subiéramos a los policías a la camioneta para perseguir al conductor, sin medir consecuencias. Sólo quisimos ayudarlos, además nos dio pena también el perrito, que también es un policía".

Según relata, "vimos primero cuando los policías cursaron la infracción al joven, por no tener licencia. Y luego presenciamos que el mismo jeep, minutos después, viene a toda velocidad y se tira contra carabineros. El carabinero se apartó junto a su compañera y el perrito. Lo impactante fue que de nuevo el conductor intentó tirarles el vehículo. Fue ahí donde el carabinero le dijo ¡Alto! y luego disparó cuatro veces, pero nunca al cuerpo del chofer".

Una vez que el conductor J.Z.T. huyó del sitio, relata el trabajador, "el carabinero se nos acerca a mí y mi hermano y nos pide que si lo podemos llevar junto a su compañera para perseguir al chofer. Le dije súbanse. La carabinera se fue en la cabina con su radio llamando a otras patrullas y el sargento se fue atrás con la perrita. La intención siempre fue ayudarlo".

En ese instante iniciaron la persecución del vehículo, la que culminó en la playa Chinchorro, donde fue capturado el chofer que huía a pie, ya que había decidido dejar el móvil minutos antes, al verse cercado.

"El chiquillo en su huida primero chocó un colectivo y después casi atropella a una persona. Luego dejó el vehículo en una calle, saltó unos muros y llegó hasta la playa. Allí lo capturaron y llegaron más patrullas. Es lamentable lo que hizo, nadie sabe lo que pasó por su cabeza", relata.

El dueño de la empresa RCM, Roberto Cortez dijo que "el mensaje que les doy siempre es que ayuden a la comunidad y que hagan con mucho respeto el trabajo de retiro de medidores. Ahora dimensiono lo que hicieron. Primero lo tomamos con humor, pero ahora le tomo el peso de lo que hicieron. Cuando me llamó Carabineros para avisar, pensé que era un estafa telefónica, luego al escucharlos confirmé lo que había pasado".

Prisión preventiva

En tanto, el conductor responsable del atropello, de iniciales J.Z.T., fue formalizado por el fiscal Gonzalo Figueroa, por el delito de homicidio frustrado a carabineros en servicio, que está tipificado en el artículo 416 del Código de Justicia Militar.

Pese a que su defensa alegó uso desproporcionado de la fuerza policial y negó el intento de atropello, la jueza de Garantía, Paulina Zúñiga, dispuso que el imputado quedara en prisión preventiva, a raíz de que el chofer arriesga una pena efectiva de 10 años y un día de presidio por este delito. La investigación del Ministerio Público deberá concluir en un plazo de 60 días.

A la audiencia judicial, asistió el intendente subrogante, Raúl Gil, quien reprochó la conducta del imputado, señalando que "como Gobierno estamos aquí para dar una señal de apoyo a nuestros Carabineros. Estos hechos no pueden volver a repetirse. La comunidad debe respetar a Carabineros".

Carabineros informó que el sargento segundo, José Pereira Huaiquifil y la cabo primero, Marlene Molina Jiménez, junto al perro "Hanza" que acompaña sus rondas, volvieron ayer a sus funciones. El impacto con el vehículo sólo les produjo lesiones leves en sus rodillas.