En abril pasado, el trabajo conjunto entre la Brigada Antinarcóticos (Briant) de la PDI y la Fiscalía Metropolitana Sur, logró desarticular a la banda de "Los Risas": un peligroso grupo de narcotraficantes que operó en el sector sur de la capital y en cuya cabeza estaban los tres hermanos Toloza García.

Sin embargo, pese a las 12 detenciones hechas en esa oportunidad, sólo se logró dar con Mauricio, el mayor del clan familiar. Ángelo y Alejandro lograron huir y evitar los cargos por tráfico de drogas, asociación ilícita y lavado de activos que les imputa el fiscal antinarcóticos sur Cristian Suárez.

Pese a los trabajos de la policía civil, hasta el sábado pasado no se conocía rastro de los prófugos. Pero el fútbol sirvió de anzuelo.

Ese día se disputó en La Granja la final de un campeonato amateur de barrio donde participaba el club Villa la Cultura de San Ramón, donde históricamente jugaron los Toloza García. Pese a la búsqueda que pesaba en su contra, la trascendencia del partido no impidió que Ángelo y Mauricio ocuparan sus lugares en la defensa y el mediocampo, respectivamente.

Este impulso por ser parte del partido definitorio fue advertido por personal de la PDI, quienes al percatarse de la presencia de los hermanos iniciaron el despliegue para lograr sus capturas.

El partido terminó con triunfo de La Cultura y derivó en un gran festejo en la sede social del club. El fin del asado de celebración sería también el fin de la libertad para los últimos miembros de "Los Risas". Ángelo y Mauricio fueron capturados por la PDI y puestos a disposición de la justicia.

"En abril pasado se inició un plan de búsqueda que arrojó resultados el sábado pasado, cuando se logró la captura de los dos prófugos. Esta se logró luego que ellos concurren a jugar una final de barrio en La Granja. Luego participaron en un asado de celebración y una vez se retiraron fueron arrestados. Fueron formalizados por tráfico de drogas, asociación ilícita y lavado de activos", indicó el subcomisario René Camilo de la Briant Metropolitana de la PDI, quien aseguró que ambos habían permanecido en libertad gracias a un constante cambio de domicilio y el apoyo de una red de familiares y amistades.

"Se logró establecer mediante interceptaciones telefónicas y vigilancia, la comisión de diversas acciones ligadas al tráfico de drogas, como también que mediante las ganancias ilícitas se hacía valer de lavado de activos con el objeto de seguir realizando este ilícito. Se procedió a formalizar a esta organización que utilizaba brazos operativa tanto de cobro de dinero como de distribución de la droga", indicó el fiscal Suárez.

La banda fue calificada en su momento como una de las más importantes de la capital, no sólo por su peligrosidad, sino también por la alta cantidad de drogas que traficaban. Incluso, existen indicios que los asocian a la contratación de sicarios para enfrentarse a grupos narcos rivales. También se los relaciona de manera indirecta a la muerte del cabo de Carabineros, Oscar Galindo, en La Pintana en junio de 2018.

Con relación a los últimos detenidos, además de los últimos cargos en su contra, en el caso de Ángelo este cuenta con antecedentes por porte de droga, robo de vehículos, robo en lugar habitado y dos causas por homicidio. En tanto, Alejandro fue condenado anteriormente por tráfico de droga, además de tener antecedentes por porte de arma, falta de respeto a la autoridad y lesiones graves.