Un correo electrónico enviado durante el mediodía del viernes terminó con las especulaciones. Por esa vía, los jesuitas comunicaron que el nuevo provincial de la Compañía de Jesús y sucesor de Cristián del Campo será Gabriel Roblero, sicólogo y sacerdote de 45 años, quien hasta ahora ejercía como maestro de novicios -cargo de extrema confianza dentro de la orden- en la casa de formación que los jesuitas tienen en Valparaíso.

La nominación fue, de cierta forma, sorpresiva. El nombre de Roblero no había trascendido en los últimos días como carta para encabezar la congregación. Se hablaba de otros sacerdotes, como el delegado del provincial para la prevención de abusos y coordinador del equipo de vocaciones, Francisco Jiménez, y el capellán del Colegio San Ignacio El Bosque, Pablo Castro.

Pero no. El elegido por el superior general en Roma, Arturo Sosa, fue Roblero. Y una de sus principales tareas será abordar las consecuencias de la investigación contra Renato Poblete Barth, excapellán del Hogar de Cristo, en la cual se concluyó que abusó de al menos 22 mujeres durante 48 años. Además, deberá hacer frente a la indagatoria penal que la Fiscalía Metropolitana Sur sigue sobre este caso.

Bajo perfil y ordenado

El nuevo provincial, quien asumirá su cargo el próximo 2 de septiembre y lo ejercerá hasta 2025, también participó como asesor en la Comunidad de Vida Cristiana (CVX) en su rama jóvenes.

Roblero es conocido por su "bajo perfil". Esto contrasta con una congregación acostumbrada a tener sacerdotes en la primera línea de la opinión pública. Ciertamente, se dice, no es aquel jesuita "con gran desplante" mediático, sino todo lo contrario. Sus cercanos comentan que es ordenado, metódico, con mucho contenido teológico, de decisiones y pensamientos muy académicos.

Su estilo "quitado de bulla", sin embargo, es valorado en la comunidad jesuita. Sobre todo entre los laicos. Como ejemplo está su paso como asesor eclesiástico de la CVX, uno de los espacios más importantes de la congregación. Ahí le tocó acompañar a jóvenes durante años y su desempeño fue bien evaluado por su capacidad de convocar.

Roblero, a quien definen como un hombre de carácter "reflexivo", es también mano derecha de Cristián del Campo, el provincial saliente que encabezó la congregación desde 2013.

Por lo mismo, se habla de que el Superior General apostó por la continuidad.

De hecho, Roblero pertenecía a la curia provincial y junto al resto de los consultores de provincia Roberto Saldías, Román Guridi y Juan Díaz conformó el círculo de estrechos asesores y consejeros de Del Campo.

En este rol tuvo protagonismo en la elaboración de la estrategia para abordar las situaciones de abusos por parte de miembros de la Compañía en los últimos dos años.

Desafíos

Roblero, además, es considerado como un sacerdote prudente, cauto, pero progresista. Eso -según otros jesuitas- ha quedado demostrado en su trabajo pastoral, cuando en 2010, invitado por el sacerdote Pedro Labrín, fue parte de la formación de la Pastoral de la Diversidad Sexual, lugar desde donde acompañó espiritualmente a católicos homosexuales que querían sentirse parte de la Iglesia.

"Es un hombre con un gran sentido del humor, con una memoria prodigiosa, supermateo", cuenta Labrín. El sacerdote, quien lo conoce desde el colegio, afirma que entre las características de por qué fue elegido en el cargo está "su vocación probada y una formación seria (...) Además, representa un rejuvenecimiento del gobierno de la Compañía que era necesario".

Respecto de los desafíos, el jesuita es claro. Labrín cree que Roblero debe tener "cercanía con las víctimas y preocuparse del cuidado del cuerpo apostólico de la Compañía, que está resentido por las situaciones de abusos y los delitos de algunos jesuitas".

Roblero es el provincial.