Un particular fenómeno ha estado afectando al Aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago durante los últimos días y es que el principal terminal aéreo del país ha tenido que suspender sus operaciones en varias ocasiones debido a la presencia masiva de aves.

Ya son seis las ocasiones en que desde la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), han informado de la suspensión de las operaciones debido a una “condición aviaria severa”, la cual señalan se desarrolla cuando existe la “presencia de más de 15 aves de tamaño mediano a grandes o más de 30 aves pequeñas sobre la pista, conos de aproximación, despegue u otra ubicación que represente un peligro inminente para la seguridad operacional”.

¿Qué tipos de ave son?

Respecto a qué tipo de aves son las que están ocasionando el problema, de acuerdo a lo que señalan desde el organismo se trata gaviotas dominicanas, las cuales transitan durante las mañanas y por las tardes en el sector del aeropuerto.

Según explica Marco Álvarez, Jefe de los Servicios de Tránsito Aéreo del aeropuerto Arturo Merino Benítez, a La Tercera “Este es un fenómeno que se viene presentando del año 2022. Por lo tanto, este es el cuarto año en que tenemos fenómenos parecidos, en que el tránsito de esta gaviota dominicana en cantidad es tal, que afectan de manera grave la seguridad de los vuelos”.

De acuerdo a lo que menciona, esto “obliga a tomar medidas extremas, como suspender transitoriamente mientras pase el fenómeno, con el nivel de severidad que tiene, hasta que se regularice y alcance niveles aceptables”.

Respecto a cómo es que se generó este tránsito de aves, según explica Álvarez, “lo que en algún momento nos hizo ver un área especializada que hace estudios de este tipo, es que se ha creado un corredor biológico, que es el nombre técnico que le dan a las aves que cruzan verticalmente el aeropuerto”, apuntando que “vienen desde el nororiente hacia el sur poniente del aeropuerto. Por lo tanto, cruzan a cierta altura, en donde se convierten en un riesgo potencial para la operación de los aterrizajes o los despegues”.

De acuerdo a lo que complementa, la gaviota dominicana “es muy bien comportada” y “es bastante claro el periodo en el que aparece, comienza el traslado y va cercano a las 6.40 de la mañana, hasta las 7.20, más o menos, se prolonga el fenómeno en lo general, el segmento que es más masivo”, explicando que “cruzan vertical el aeropuerto, por un periodo que se puede extender entre 10, 15, 30 minutos, y de nuestro registro, el periodo que más extenso ha sido, llegó a 61 minutos”.

Desde el aeropuerto cuentan con una serie de medidas de mitigación de la actividad aviar, las cuales son llevadas a cabo por el Servicio Salvamento y Extinción de Incendios en Aeronaves (SSEI).

“El aeropuerto cuenta con una serie de mecanismos en tierra que están previstos precisamente para contrarrestar la actividad aviar, porque no solamente es la gaviota dominicana la que está presente, sino que hay otras especies que están presentes en el aeropuerto, pero son aves residentes”, menciona Álvarez, agregando que “hay una serie de metodologías en tierra que ayudan a mitigar y a espantarlas para que no afecten de manera significativa a los vuelos”.

En el sitio web de la DGAC detallan que el tema aviario es tratado desde diferentes perspectivas y considera “desde reuniones de concientización para los pobladores de las comunidades aledañas, hasta la coordinación con el Servicio de SSEI y con organismos como el Servicio Agrícola y ganadero (SAG), Dirección de Aeropuertos (DAP) del MOP, Ministerio del Medio Ambiente (MMA), Carabineros, Municipalidad de Pudahuel, compañías aéreas, entre otros. Todo, con el fin de mitigar al máximo posible los efectos de la actividad aviar en las operaciones aéreas que se desarrollan en el aeropuerto”.

¿Qué medidas toman desde la DGAC?

Son diversas las medidas de mitigación que toman en el Aeropuerto de Santiago, y que van desde ahuyentar a la fauna silvestre, al control de la vegetación que se encuentra en el aeropuerto.

Desde la DGAC explican que para ahuyentar a la fauna se realizan diferentes tipos de actividades como rondas y chequeos de pistas con vehículos especialmente equipados; a la vez que se utilizan repelentes sonoros y repelentes visuales, como espantapájaros eólicos con una turbina eléctrica, los cuales se encuentran instalados en los bandejones centrales de ambas pistas.

Respecto a los repelentes sonoros, detallan que corresponden a cañones tronadores a gas que emiten sonidos de estallidos en intervalos programados y que se encuentran instalados en las cercanías del área de movimiento de las aves, así como sistemas de sonidos capaces de producir sonidos que ahuyentan las aves.

Junto con esto también se hace uso de proyectiles no letales.

La DGAC además apunta que el servicio SSEI es parte del Comité Local de Fauna Silvestre (COLFAS), que es el centro de coordinación para el análisis y prevención de esta problemática.

Otra de las medidas de mitigación tomadas por la DGAC, es el control de la Capa Vegetal, para esto se tiene un programa de corte de pasto y maleza que se realiza durante todo el año, así como uno de fumigación de la vegetación, con el objetivo de eliminar a larvas o insectos que puedan ser atractivos para ciertas aves.

Junto con lo anterior, actualmente se encuentran en proceso de licitación un programa para el uso de la Cetrería Biológica, sistema que ya se utilizó el año pasado. Según mencionan, con esto se demarcarían zonas de interés, con la presencia de un depredador natural con el fin de disminuir la presencia de aves.

Según explica el jefe de los Servicios de Tránsito Aéreo del aeropuerto, “La cetrería es un contrato que está en el portal público precisamente para contratar servicios de estas características que consiste básicamente en gente especializada que hace volar controladamente aves rapaces para disuadir a las aves más pequeñas. Entonces, al hacerlas volar en el aeropuerto logran espantar las otras aves que están afectando a los vuelos”.

Respecto a por qué si este fenómeno se viene repitiendo desde hace unos años, esta medida recién se está licitando, según explica, “hay variables diversas en ese sentido. Los procesos administrativos son lentos y además diría yo que si bien en términos generales hablamos de abril y mayo, más bien la presencia de estas aves en años anteriores no ha sido tan temprana como esta vez, con la severidad que está teniendo ahora, entonces las estimaciones que se hicieron a lo mejor no fueron del todo acertadas porque de alguna manera es como ir ganándole terreno a la naturaleza y la naturaleza siempre se impone”.