Cincuenta y cinco años de vida. Cuarenta de ellos en el Ejército, fundamentalmente en la caballería blindada, su especialidad. Y aun así hay nervios, reconoce el general de división Esteban Guarda Barros, comandante de la Guarnición de la Región Metropolitana. "Pero, la verdad, no solo por la petición de permiso al Presidente de la República, sino porque todo salga perfecto, que es la principal responsabilidad y desafío", asegura.

El oficial es quien, montado en la yegua Candelaria, este jueves debe solicitar la autorización al Presidente Sebastián Piñera para iniciar la Parada Militar. Y al final es el responsable de reportar el cierre del homenaje a la máxima autoridad del país. Tal como él mismo dice, es también el coordinador de todo el despliegue, logístico y ceremonial de la fuerza presente en la elipse del Parque O'Higgins. Contingente que será de 7.639 efectivos.

"Los preparativos comienzan en febrero pasado. Son muchos detalles. Vamos avanzando mes a mes. Y desde el 1 de septiembre ya comienzan los ensayos formales en el parque", cuenta Guarda, quien destaca que la Parada Militar considera también la presencia de 130 equinos.

Respecto de la solicitud de permiso al Presidente, explica que se ensaya, pero no en demasía. "Esta es la primera vez que me corresponde, se trata de un honor y una responsabilidad. Para eso vemos videos de años anteriores y se establece una pequeña reseña o libreto, respetando también los usos y costumbres militares del protocolo".

El rol de Guarda, sin embargo, comienza antes, en el tedeum ecuménico de la Catedral Metropolitana, como comandante del Regimiento Escolta Presidencial N° 1 Granaderos. "En toda esa jornada nosotros escoltamos a Su Excelencia", indica. Luego, al día siguiente, en la Parada Militar, el oficial también forma parte de la misma unidad y desfila con todo el cuartel general de la Guarnición, para lo cual las coordinaciones comienzan de madrugada. Es un día largo.