La tarde de este domingo, las carrozas fúnebres de los tres uniformados asesinados en Cañete, fueron trasladadas hasta la Escuela de Suboficiales en Concepción, para llevar a cabo una misa fúnebre encabezada por el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, quien también ascendió póstumamente a los policías.
Los cuerpos fueron escoltados por patrullas, policías motorizados y civiles que se reunieron en una ceremonia de responso para despedir a los mártires de Carabineros
En el primer homenaje oficial de la institición, Yáñez otorgó un ascenso póstumo de suboficial mayor al sargento 1° Carlos Cisterna Navarro, el cabo 1° Sergio Arévalo Lobo y el cabo 1° Misael Vidal Cid. El general hizo entrega de las medallas de grado a los hijos, esposas, padres y madres, de las víctimas.
En la misa fúnebre, además anunció que en la 4° Comisaría Los Álamos, donde ejercían sus funciones los uniformados, se disponga una placa en memoria de los tres mártires.
La autoridad de Carabineros, acompañado por la ministra de Defensa, Maya Fernández y el jefe de Defensa Nacional en las provincias de Arauco y Biobío, Óscar Manzano, manifestó que “esto no fue un atentado, ni una emboscada, esto fue un asesinato horrible, cobarde y cruel. Un ataque al alma de Chile”.
En su discurso, expresó que “los carabineros aquí presente, camaradas y amigos de los funcionarios fallecidos, tenemos tanta pena como rabia y no nos avergüenza admitirlo, porque detrás de ese uniforme, somos y existimos personas”.