Una disminución de los viajes del orden del 72% en buses y Metro, pasajeros que temen contagiarse y trabajadores del sector que quieren cumplir con las cuarentenas. Ese es el difícil panorama que enfrenta la ministra de Transportes, Gloria Hutt, quien aclara que, pese a la crisis, se han mantenido operando los servicios a lo largo del país, aunque en varias comunas se establecieron cuarentenas.
Sin embargo, la secretaria de Estado advierte que dada la fuerte caída de pasajeros se evaluarán nuevas medidas, como el eventual cierre de estaciones del Metro, aunque por ahora se mantienen los horarios establecidos.
Hutt también señala que se estudia que los usuarios puedan subir a los buses por las puertas traseras, como se ha hecho en otros países con alto contagio, con el fin de que el conductor no tenga contacto con ellos. “A mí no me había tocado una crisis de esta magnitud y su alcance es global. Este es un momento muy duro para el transporte, pero también se pone en evidencia lo importante que es”, subraya.
-El coronavirus ha generado un desafío para el transporte, pues la población debe seguir viajando a sus labores en medio de una pandemia. ¿Cuál es su análisis sobre la crisis a nivel internacional?
Hay un impacto fuerte en el sector. Un punto importante es que en el transporte público la recomendación en general ha sido mantenerlo operando, incorporando protocolos, pero no se ha impedido la movilidad de las personas dentro de las ciudades. La excepción fue Wuhan, en China, donde se originó la enfermedad. Allí se suspendieron los servicios y se cerró la ciudad. La Unión Internacional del Transporte Público ha emitido recomendaciones, que se han acogido en diversos países, como la sanitización de los vehículos y la protección de los conductores, medidas que hemos incorporado. El transporte público sigue funcionando con fuertes caídas de pasajeros en todo el mundo. A mi juicio, el sector más afectado es el transporte aéreo; va a costar recuperar los niveles de pasajeros precrisis, porque hay flotas completas en tierra y muchas restricciones para los vuelos. En cuanto al transporte de carga, éste se ha mantenido en todos los países para continuar con las redes de abastecimiento en camiones y ferrocarriles. En el caso de los buses interurbanos se ha registrado una disminución fuerte de pasajeros por las restricciones de la autoridad sanitaria. Luego, en la ciudad, los taxis tienen menos demanda y el transporte escolar tiene casi nula ocupación.
-El gobierno fijó horarios acotados en el Metro y buses, los que deben seguir operativos. ¿Cómo se soluciona el dilema de pasajeros que no quieren contagiarse y trabajadores que tampoco quieren tener contacto con el público?
La decisión fue que los servicios de transporte público siguieran funcionando, pues hay actividades que continúan abiertas, como los supermercados y las farmacias, además de las labores de los conserjes de edificios y los bancos, lo que genera viajes desde y hacia las comunas con restricción, como las de la zona oriente de Santiago. Todo se mantiene, pero con caídas de pasajeros muy fuertes. Para ilustrar, este jueves el último tren hacia Puente Alto llevaba ocho pasajeros. Además, mantenemos la sanitización recomendada en puntos de accesos, boleterías y andenes, la misma que se aplica en los buses. En cuanto a la seguridad de los conductores, en los buses nuevos hay cabinas segregadas especiales y en los antiguos hay higienización para que funcionen.
-En las comunas donde hay cuarentena, ¿se mantendrán los servicios operativos como los taxis?
Hemos decidido mantener todas las estaciones de Metro abiertas y que los buses operen sin cambios de ruta, pero si se establecen modificaciones se informará. También pueden trabajar en esas áreas los taxis y colectivos, porque son parte del transporte público. Para ello, los conductores deben tener una credencial que los identifique junto con su cédula de identidad.
-¿Qué le parece la propuesta de la Federación de Sindicatos del Metro, de cerrar estaciones para desincentivar los viajes?
Esas son alternativas. Vimos que en Londres se tomó esa decisión, lo que se tradujo en una mayor acumulación de pasajeros. Estamos en un escenario dinámico y si es necesario tomar medidas más restrictivas, tendremos que aplicarlas, aunque no es el caso en este momento. Entendemos la preocupación de los trabajadores del Metro y es posible que dada la baja demanda haya algunas estaciones que, en realidad, no sea necesario mantenerlas abiertas. Pero todo depende de cómo se comporten los viajes.
-Debido a la disminución de pasajeros, ¿se está evaluando la entrega de subsidios adicionales a los operadores?
Eso no se ha decidido. Lo que estamos haciendo es monitorear, tomar el registro de transacciones y hacer las proyecciones financieras permanentemente. No hemos decidido ninguna medida de ese tipo. Tal como ocurre con lo operacional, si es necesario tomar medidas en lo financiero, las incorporaremos.
-En Europa y Asia se han adoptado protocolos estrictos para utilizar los buses, ¿Se podrían adoptar determinaciones así?
Se ha planteado que el acceso a los buses se realice por la puerta de atrás, para que el conductor no esté en contacto con la gente, y pensamos que es positivo para el sistema, lo que se está conversado con los operadores. En cuanto a la idea de que los buses circulen con menos usuarios, eso se está dando de forma natural. Hay una reducción de pasajeros de cerca del 75%. Entonces, hay capacidad disponible.
-La Sociedad Chilena de Ingeniería en Transportes criticó la reducción de horarios de funcionamiento en el Metro y los buses. ¿Qué piensa al respecto?
Recogemos las críticas, comentarios y aportes. En todo caso, esperaríamos más aportes que críticas. Nos gustaría que las críticas estuvieran más fundamentadas. Tenemos un plan de operación similar al que funciona en el verano. Es evidente que estamos enfrentando una reducción de pasajeros de un 80%, en algunos casos. Lo razonable, en condiciones normales, es ajustar la oferta a esa caída de demanda. Pero hemos decidido no hacerlo para que las personas puedan viajar con más holgura. También se ha sugerido que estamos ajustando los servicios por razones económicas, lo que es inaceptable.
-Los conductores del Transantiago han señalado que no se ha implementado la vacunación para ellos, que es clave para su salud...
Hay dos etapas de vacunación. Una, esperamos que parta este fin de semana; y la segunda se hará a mediados de abril, por lo que estamos enviando la información a las empresas para que las coordinen a los trabajadores. El Ministerio de Salud nos ha apoyado en eso, debido a que el personal de buses está más expuesto por la rotación de pasajeros y el sistema tiene que continuar funcionando.
-En cuanto al transporte de carga, a nivel mundial se ha visto una alta cantidad de camiones paralizados sin poder avanzar porque las ciudades están cerradas. ¿Qué plan se aplicará para este sector?
El objetivo es mantener las cadenas de abastecimiento activas. Por esto, estamos hablando con la autoridad sanitaria, para que los controles en carreteras tengan una preferencia y podamos optimizar los tiempos de desplazamiento. Es comprensible que haya más demoras porque hay más controles, pero hemos pedido, en especial donde hay más camiones, hacer los controles en pistas especiales. También hemos solicitado en los terminales de buses interurbanos instalar puntos sanitarios, para controlar a los pasajeros antes de tomar el servicio.
-¿Cuál es la situación de los vuelos a nivel nacional, tomando en cuenta que ya se recomienda cuarentena total en algunas ciudades?
Hay vuelos domésticos que están funcionando, los que están acotados a actividades prioritarias. Los servicios de buses interurbanos están reduciendo la oferta porque la ocupación es muy baja, como también en los vuelos. Algunos gremios del transporte, como los taxistas, están pidiendo ayudas económicas debido a la crisis.
-¿Le entregarán recursos?
Hemos tenido varias reuniones con ellos junto al ministro de Economía, Lucas Palacios, porque hay una cantidad de pequeñas y medianas empresas que no alcanzan a recoger los beneficios del paquete de medidas económicas. Esto, porque no tienen contratos de trabajo, declaran renta presunta o no pagan IVA. Entonces, estamos viendo caminos y alternativas para esos sectores.
-¿Podría calificar que este momento que estamos viviendo es el más duro para el sector del transporte?
A mí no me había tocado una crisis de esta magnitud en el país. Pero el alcance de la crisis es global. Este es un momento muy duro para el transporte, pero también se pone en evidencia lo importante que es. Entonces, proteger la cadena de abastecimiento y la movilidad de las personas es una prioridad, y en eso estamos trabajando.