Una meta fijada por el Ministerio de Transportes es extender el plan Red, que ha renovado los buses del Transantiago por flotas eléctricas y Euro VI de bajas emisiones, a otras regiones.

La cartera está afinando un modelo para la compra y operación junto a los servicios de Merval, en Valparaíso, y Fesur, en Temuco, ambas filiales de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE). "Queremos trabajar con una tarjeta de pago integrada entre ambos modos. Además, los servicios eléctricos partirán desde las estaciones de trenes, con el fin de que las personas combinen sus viajes", explica el subsecretario de Transportes, José Luis Domínguez.

Se trata de una modalidad similar a la anunciada la semana pasada en Concepción, donde el gobierno dio a conocer que habrá 25 buses eléctricos a fines de este año, los que tendrán el mismo medio de pago que el Biotren (que une la capital del Biobío y Coronel). Ese ferrocarril hoy tiene un servicio "Biobuses", con un pasaje rebajado, tal como sucede en Santiago con la Bip usada en buses y Metro.

El subsecretario añade que la adquisición de las máquinas en estas ciudades se podría realizar con recursos provenientes de los gobiernos regionales, mientras que "la operación de las flotas será licitada y podrán participar las empresas locales".

La idea es que el transporte público tenga un estándar similar en todo el país, pues hasta ahora los usuarios plantean que hay una dispar calidad, llegando a tener algunas flotas una antigüedad de 18,8 años, como en el caso de Quillota. "Queremos romper la dinámica de que los vehículos antiguos eran vendidos a regiones y que la modernidad llegaba después", asegura Gloria Hutt, ministra de Transportes.

En el plan regional participarán las empresas eléctricas. Karla Zapata, gerente de EnelX, dice que se está trabajando en ciudades como Temuco, Antofagasta y Tiltil (proyecto del Gobierno Regional Metropolitano). Según la ejecutiva, ofrecerán la instalación de la red de carga para los buses. No actuarán como financistas, como ha sucedido en Santiago con la empresa Metbus, que adquirió 100 máquinas y anunció otras 183 para fines de 2019.

Crece la demanda

Carlos Melo, académico de la U. San Sebastián y exsubsecretario de Transportes, precisa que si estos proyectos se concretan, "hay una alta demanda de usuarios que podrían realizar sus viajes de manera combinada y a una tarifa conveniente".

El balance de EFE indica que los flujos de pasajeros han experimentado un aumento. Solo entre enero y abril de este año, Merval (que une el puerto de Valparaíso con Limache) trasladó a 6,8 millones de personas; el tren Alameda-Rancagua registró 843 mil usuarios; el Biotren tuvo 1,6 millones de usuarios y el trayecto Victoria-Temuco trasladó a 155.393 pasajeros.

Franco Basso, director del Observatorio de Movilidad de la U. Diego Portales, sostiene que los servicios eléctricos "tienen que ser más que un plan piloto en el país. Se deben realizar licitaciones donde las firmas locales puedan participar para renovar sus flotas y operar de acuerdo a condiciones de frecuencia y regularidad".

Industria china se interesa en licitaciones

La renovación de flota de buses a nivel nacional despertó el interés de nuevos proveedores, en especial, los de origen chino, país que se ha especializado en electromovilidad.

Francisco Ananías, gerente comercial de la firma Vivipra, dice que la empresa King Long está comercializando buses eléctricos de un valor de US$ 320 mil dólares, "con características como cabina cerrada, wifi, y 86 plazas para pasajeros". En tanto, Luis Izquierdo, gerente de Andes Motors, representante de la firma china Foton, señala que se importó un tipo de bus que también opera con energía limpia "de 12 metros de largo y cuya batería se carga en 20 minutos". Su costo bordea los US$ 350 mil.

La industria también ha hecho pruebas con buses en calles con pendientes, pensando la posibilidad de operar en Valparaíso. Esta idea genera oposición de algunos microbuseros del Puerto.