Gran conmoción provocó un mensaje de la Onemi enviado a los celulares de todo el territorio nacional la noche del sábado, luego de que a las 20.36 se registrara un sismo de magnitud 7,1 en la Antártica chilena. El texto, que solo tendría que haber llegado a unas 80 personas en la Base O’Higgins, llamaba a evacuar las zonas de playa. Esto causó tumultos en las vías de escape de las zonas costeras. El miedo fue aun mayor en esas localidades, sobre todo porque minutos después, a las 21.07, se produjo un segundo sismo, aunque esta vez de magnitud 5,8, con epicentro en Farellones.
En una vocería realizada ayer, el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, explicó que en el sistema de la Onemi, el país está dividido en 21 segmentos, por lo que ante alertas en distintas partes del territorio, se puede enviar mensajes a localidades específicas. Así, por ejemplo, ocurrió en el último incendio en Quilpué y en una serie de eventos durante los últimos cinco años. Siempre, dijo Delgado, con resultados positivos. ¿Qué falló el sábado? “Lo único que está descartado es que no fue falla humana del operador de la Onemi”, aseguró el ministro. Esto porque, según la autoridad, se logró acreditar que el funcionario marcó correctamente el territorio al que tendría que haber sido dirigida la alerta.
“El segmento de la Antártica nunca había sido utilizado antes, porque no había sido necesario. Entonces, al enviar el mensaje al segmento de la Antártica, por alguna razón que se está investigando, también se le terminó enviando al resto de los segmentos”, dijo Delgado.
El sistema operativo encargado de enviar los mensajes está a cargo de Global Systems, una empresa externa. Ellos envían la información a sus servidores, que están fuera de Chile, y luego lo entregan a las compañías telefónicas del país, que utilizan sus antenas para distribuir el mensaje. Delgado recalcó que evaluarán la relación con ellos: “Tenemos que revisar la situación contractual con la empresa. Necesito saber si es que en esos contratos hay alguna responsabilidad en esta materia, cuando uno está segmentando un lugar muy determinado y ese segmento se dispara a todo Chile”. Y agregó: “No voy a quedar conforme hasta determinar qué ocurrió. Es un error grave, estoy muy molesto”.
Por lo mismo, el secretario de Estado pidió una investigación para determinar responsabilidades. También pedirá que se revise el contenido del mensaje, aduciendo que si este hubiese dicho que la alerta era sólo para el territorio antártico, no habría causado tanta conmoción.
A las 21.00 el director de la Onemi, Ricardo Toro, realizó una nueva vocería dando a conocer los resultados del reporte entregado por Global Systems.
“El incidente se debió a que en la base de datos del sistema de la plataforma, existen dos polígonos predefinidos que se encuentran duplicados, teniendo el mismo código identificador. El polígono del Territorio Antártico y el de Alto Hospicio.
Eso, explicó Toro, “derivó en un envío masivo a gran parte del territorio nacional entre ambas localidades”.
El error tendrá consecuencias. Se inició una auditoría técnico-jurídica por parte del Ministerio del Interior, Subtel y Onemi, para determinar responsabilidades de la empresa y las multas correspondientes. A pesar de que se descartó negligencia del funcionario encargado, se dio inició a un sumario administrativo en la Onemi para determinar las posibles responsabilidades.
Por último, sostuvo Toro, como el contrato con Global Systems tiene vigencia hasta junio de 2021, “se iniciará una cconsulta al mercado por parte de Subtel y Onemi, para explorar alternativas que permitan optimizar el sistema”.
El rol de la Onemi
El académico de la Universidad Católica y director del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres, Rodrigo Cienfuegos, consideró que la evaluación de lo ocurrido tiene que hacerse en dos niveles. El primero, dice, corresponde a la alerta de tsunami que emanó del Shoa. “Eso funcionó bien. Ellos lograron evaluar, a partir de la información sísmica, que existía un nivel de preocupación para la Antártica”, afirmó Cienfuegos.
En esa línea, el director del Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile, Sergio Barrientos, confirma que para la Antártica existió ese riesgo. “Se produjo un levantamiento y hundimiento del fondo oceánico que trae aparejado un tsunami. Hay información que muestra que eso fue así”, planteó Barrientos.
Para Cienfuegos, el asunto va más allá. “También tenemos un problema que tiene que ver con los mensajes y con la información, porque la mayoría de las personas en Chile no tenía idea de que te podía llegar un mensaje de este tipo”.
Según la opinión del exsubsecretario de Telecomunicaciones Pedro Huichalaf, “el responsable final es Onemi. Son ellos quienes contratan el servicio, la empresa no se manda sola. Decir que el desarrollador es el culpable es la respuesta más fácil”.