Hasta la cárcel de Santiago 1 llegaron los ministros de Justicia, Hernán Larraín, y de salud, Jaime Mañalich. ¿El motivo? Vacunar contra la influenza a un sector de los internos debido al brote de Covid-19 a nivel mundial.
La medida busca prevenir que se produzca, de forma paralela, un brote de Coronavirus y uno de influenza, debido al peligro de contagio que hay al interior de los recintos penitenciarios a lo largo del país.
Por dicho motivo, este viernes fueron inoculados 54 personas privadas de libertad del penal santiaguino, prioritariamente, adultos mayores y enfermos crónicos, junto con personal de Gendarmería.
Desde el Ministerio de Justicia indicaron que “la vacuna contra la influenza permite que las personas inmunizadas no contraigan la enfermedad o bien ésta sea leve, lo que disminuye el riesgo de brotes y cuadros graves que requieran hospitalización. A la vez, estando las personas vacunadas, de tener cuadros graves respiratorios permite orientar la búsqueda y atención hacia coronavirus, ya que están inmunizados para influenza”.
El ministro Larraín señaló que “tenemos 43 mil personas hoy privadas de libertad, con un flujo de entrada y salida de los recintos penitenciarios muy alto, con 21 mil personas que trabajan en gendarmería, con muchas personas que circulan como visitas, más de dos millones de visitas al año en los distintos centros penitenciarios, y eso genera, por las condiciones de sobrepoblación, de contacto directo, y las posibilidades de contagio rápido una situación especialmente delicada”.
Respecto a los próximos pasos, el jefe de la cartera afirmó que “ya lo daremos a conocer en los próximos días cómo vamos a enfrentar este tema en el Sename, donde está niños, niñas y adolescentes, y cómo lo vamos a hacer en el Registro Civil, que atiende a cientos de miles de personas".
Por otra parte, el ministro Mañalich destacó que “nos ha interesado, de forma muy intensa, adelantar este año la campaña de influenza”.
“De tal manera que si llega el Coronavirus a tener un magnitud importante en nuestro país, cosa que es perfectamente posible dado lo que está ocurriendo en el resto del mundo, por lo menos la población de mayor riesgo, como es la población penitenciaria privada de libertad, cualquiera sea su edad, esté protegida contra la influenza”, indicó.