Gobierno invita al diálogo a la Mesa de Unidad Social
El ministro del Interior, Gonzalo Blumel, envió una misiva a la agrupación. Para lunes y martes el bloque convocó a una huelga general.
A través de una carta, el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, invitó a los miembros de la denominada Mesa de Unidad Social, a una reunión en La Moneda.
El texto, con fecha 22 de noviembre, plantea que esta solicitud de diálogo surge tras el llamado del Presidente Sebastián Piñera a tres grandes acuerdos -por la paz, justicia y nueva Constitución- "como forma necesaria para poder avanzar como sociedad y comenzar a dejar atrás la compleja situación que ha vivido nuestro país hace ya más de un mes", sostiene la misiva, que añade que "este es el inicio de un proceso en que todos hemos escuchado y todos hemos aprendido", señala la invitación.
Además, sostiene que "hemos tomado conocimiento de los planteamientos que el Bloque Sindical de Unidad Social ha hecho llegar al gobierno, en distintas misivas, y que tienen como objetivo lograr un Chile más justo y con una nueva institucionalidad, que sea reconocida por todos nuestros compatriotas".
El documento agrega que "tal como ha señalado el Presidente, es el momento de escucharnos y abrir puertas de diálogo que nos permita, entre todos, construir un mejor país".
La invitación de La Moneda se da a conocer cuando la misma Mesa de Unidad Social encabeza la convocatoria a una huelga general para lunes y martes.
Este domingo, uno de sus dirigentes, el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, contestó que "el gobierno hizo llegar al Bloque Sindical de Unidad Social, hoy en la tarde, una invitación para reunirnos. Llega bastante tarde, a 40 días del estallido", explicó, añadiendo en su cuenta de Twitter que "los gremios tenemos acuerdo de asistir, pero no a una 'cocina' que negocia en cuatro paredes, iremos a que escuchen las demandas".
Quiénes forman la mesa
El Bloque Sindical de Unidad Social el pasado 12 de noviembre apareció con fuerza en la escena nacional tras un llamado a huelga nacional, que terminó con una de las jornadas más violentas desde el estallido social del 18 de octubre.
La también conocida como Mesa de Unidad Social está formada por un conjunto de sindicatos y organizaciones sociales -sumando un total de 142 entidades, según detalla su página web-, y nació hace cuatro meses con el fin de unificar las demandas que elevaban las distintas agrupaciones.
"La armamos el 13 de julio porque llegamos a la conclusión de que las diversas demandas sociales corrían por carriles paralelos y, lamentablemente, las autoridades políticas las desdeñaban permanentemente", explica Luis Mesina, vocero de No+AFP.
Esta última organización comparte espacio con otras como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), la Agrupación Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), diversos sindicatos (como el Starbucks Chile o el de Amnistía), además de agrupaciones medioambientales (como Modatima), de pueblos originarios, de pobladores, de migrantes, del sector salud (Confusam y Fenpruss, entre otras), de personas con discapacidad, feministas (como la Coordinadora Feminista 8M), de la educación universitaria y secundaria (FECH, FEUC, Cones, ACES, Confech), de profesores (Colegio de Profesores) y de académicos (como Saberes Colectivos, fundación ligada a la vocera del Frente Amplio, Beatriz Sánchez).
En este poco más de un mes que ha pasado de crisis, la Mesa no solo ha llamado a salir a las calles. También fue una de las primeras instancias en convocar a distintos cabildos a lo largo del país para pronunciarse respecto de peticiones concretas, como la discusión de un sueldo mínimo de 500 mil pesos; pensión mínima equivalente a ese mismo monto y reducción de la jornada laboral a máximo 40 horas, entre otras, siempre apoyando la creación de una asamblea constituyente para una nueva Constitución.
Sin embargo, el pasado 16 de noviembre rechazaron de forma unánime el "Acuerdo por la Paz y una Nueva Constitución" que firmaron diez partidos con representación parlamentaria, más Gabriel Boric a título personal, en la sede del Congreso en Santiago. Solo horas después de que saliera humo blanco en el Parlamento, la Mesa de Unidad Social publicó un duro comunicado en el cual denunció que el acuerdo se concretó "sin la participación y legitimidad de quienes hemos participado de las movilizaciones", entre "cuatro paredes" y "mientras literalmente se reprimía y violaba sistemáticamente los derechos humanos". Además, la agrupación llamó a seguir las movilizaciones.
De hecho, hoy la presidenta de la CUT, la militante comunista Bárbara Figueroa, insistió en que el acuerdo constitucional sigue sin representar a la ciudadanía y que es "un proceso constituyente que a nuestros ojos no recoge la magnitud de la gravedad de la crisis que estamos enfrentando, que además no se hace cargo del debate de fondo sobre la necesidad de una asamblea constituyente que garantice que todas y todos los chilenos vamos a poder participar de manera democrática y directa".
La dinámica de la mesa
El conjunto de sindicatos y organizaciones se reúne en cuatro locaciones: la Confederación de Sindicatos Bancarios y afines, el Colegio de Profesores, la ANEF o la CUT. Las decisiones se toman según lo decida la mayoría y hasta ahora, según explicó Mario Aguilar, no han votado porque han primado los consensos.
La fecha de término del trabajo de esta mesa, según explicó Luis Mesina, sería "cuando el gobierno termine, cuando caiga todo el régimen".
"Los movimientos y organizaciones sociales que suscribimos este manifiesto nos proponemos cambiar este estado de cosas, no nos quedaremos en la inmovilidad y la resignación, ni seguiremos cada cual, marchando por su lado, con escasos o nulos resultados (...). Hemos decidido que llegó la hora de actuar al unísono", postulan en su manifiesto.
El pasado jueves, en la sede de la CUT ubicada en la Alameda, el bloque definió su última convocatoria: un paro nacional escalonado que se iniciaba hoy.
Hoy la Mesa informó que este lunes se realizará esta huelga sectorial de trabajadores portuarios, de transportes y más. Además, el grupo se sumó a un nuevo llamado a movilizarse en la Plaza Italia y un caceroleo. Para el martes, en tanto, se convocó al paro general y diversas movilizaciones desde las 11 horas.
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