El ministro de Justicia y DD.HH., Hernán Larraín, hizo hoy un llamado al diálogo a los representantes de los comuneros mapuche que se encuentran en huelga de hambre hace 94 días, entre ellos el machi Celestino Córdova, condenado por su participación en el caso Luchsinger Mackay y quien demanda que le permitan cumplir su sentencia en su rehue mientras pase la pandemia de Covid-19.
“Yo personalmente los he invitado a un diálogo para este viernes a modo de poder oír de parte de los voceros y representantes de quienes están en huelga de hambre en Angol, nos puedan hacer ver cuáles son sus puntos de vista y nosotros expresarles qué podemos hacer”, afirmó el ministro Larraín, en momentos en que la violencia en la Araucanía se ha incrementado, debido a hechos protagonizados por comuneros en apoyo a las demandas de Córdova.
Sin embargo, el titular de Justicia destacó que “el único petitorio que conocemos de quienes están en huelga de hambre en Angol contiene peticiones que son imposibles de resolver por nuestro ministerio y algunas ni siquiera por el gobierno. Por ejemplo, piden la devolución de tierras ancestrales. Eso escapa a la acción de un ministerio o gobierno, es una cuestión del Estado. O la libertad de todos los presos mapuche, eso tampoco está en el ámbito del gobierno”, destacó.
El anuncio del ministro Larraín se produce el mismo día en que se conoció que los comuneros que se encuentran detenidos en la cárcel de Angol dejaron de beber líquidos, iniciando una huelga de hambre seca, por lo que calificaron como “la nula voluntad política del gobierno de establecer una mesa de alto nivel político para garantizar la aplicación efectiva del convenio 169 de la OIT en el sistema de justicia chileno”.
Mediante un comunicado -firmado por “Comunidades en Resistencia de Malleco, Familiares de los Prisioneros Políticos Mapuche”- se indicó que “hemos tomado conocimiento que los prisioneros políticos mapuche de la cárcel de Angol iniciaron la huelga seca de carácter indefinido”, a las 14.00 de hoy.
En el texto agregan que “las comunidades y familiares de los prisioneros políticos mapuche lamentamos profundamente que el gobierno persista en su intransigencia política, de no establecer canales de diálogo serios que permitan buscar una salida a esta huelga de hambre que lleva 94 días”.