Un aumento de la superficie afectada en todo el país por incendios forestales se ha registrado este año respecto de la temporada anterior, lo que, según el gobierno, se podría explicar por la mayor intencionalidad vista en los siniestros. Un ejemplo es lo ocurrido el pasado 24 de diciembre en Valparaíso. Allí, los vecinos aseguran haber visto a personas que habrían producido los focos que, finalmente, dejaron 274 viviendas destruidas.
Según estadísticas de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), en lo que va de esta temporada -que se inició en julio pasado- se han registrado 16.186 hectáreas consumidas por el fuego, lo que implica un 248% más de superficie en relación al periodo anterior (2018-2019). La mayor preocupación se centra en las regiones de Valparaíso, Metropolitana y del Maule, que registran las principales extensiones de terrenos afectadas por siniestros durante esta temporada.
El ministro de Agricultura, Antonio Walker, quien se reunió este lunes con el fiscal nacional, Jorge Abbott, explicó que solicitó la designación de fiscales especiales para indagar estos hechos en diversas regiones del país, tal como se hizo con el incendio de Valparaíso, donde fue nombrado el persecutor Osvaldo Ossandón.
"Creemos que la intencionalidad ha aumentado el doble respecto al año anterior; es una realidad y queremos que se encuentre a los responsables y que se tomen medidas ejemplarizadoras", precisó Walker.
El Ministerio Público informó que Abbott pidió a los fiscales de Valparaíso, Maule y Biobío que nombraran a un persecutor en cada provincia especializado en materia ambiental para los futuros casos. Además, la Conaf entregó un set de imágenes donde aparecen los presuntos responsables del incendio en Valparaíso.
Factores
Junto con la intencionalidad, el director de la Conaf, José Manuel Rebolledo, describió que hay otros factores que este verano favorecen las condiciones para que se generen incendios. Señala que la vegetación entre las regiones de Valparaíso y La Araucanía tiene altos niveles de sequedad producto de la falta de precipitaciones que hubo este año. "Por esto, la macrozona centro-sur tienen una condición combustible, a lo que se suman altas temperaturas proyectadas. Esto propicia las condiciones para que ocurran siniestros", añade.
Miguel Castillo, académico del Departamento de Ingeniería Forestal de la U. de Chile, advierte que "se ha avanzado mucho en la mejora de presupuestos, capacitación y coordinación, pero subsiste el problema del aumento en la intencionalidad, con lo cual las estrategias preventivas ganan hoy mayor prioridad y relevancia, sin desconocer, por supuesto, todos los esfuerzos que se realizan para hacer frente a esta temporada de incendios forestales".