El embajador de Chile en Malasia, Rodrigo Pérez Manríquez, no se ha perdido ninguna audiencia del juicio en contra de los chilenos Felipe Osiadacz y Fernando Candia, detenidos y acusados de un asesinato en ese país. Ambos arriesgan ser condenados a la pena de muerte en la horca, situación que activó no solo la preocupación de sus cercanos, sino que también de las autoridades chilenas.
Fue el 4 de agosto de 2017 cuando la embajada chilena en Malasia tomó conocimiento del caso. Según explicó Pérez Manríquez, "inmediatamente tomamos acción para asumir la defensa en términos de lo que corresponde a temas consulares de las dos personas que están en este momento detenidas". En total, han sido 170 acciones consulares que, a su juicio, "dan cuenta de una gestión de gran intensidad".
El diplomático afirmó que "estas acciones pasan por muchas visitas del cónsul al centro penitenciario para llevarles una palabra de aliento, transmitirles informaciones que son necesarias, asistirles en el tema consular, acompañar en las reuniones con la abogada defensora, además de, obviamente, tratar de lograr las mejores condiciones carcelarias para los dos detenidos. Esto último ha sido siempre un objetivo fundamental de la embajada. Son informados frecuentemente de lo que está ocurriendo mediante diferentes documentos y mensajería oficial".
Según explicó, además de estas 170 acciones de la embajada, se han enviado más de 70 cartas solicitando distintas gestiones a las autoridades locales. Entre estas diligencias se cuentan visitas a la cárcel, audiencias, atenciones médicas, entrega de cartas, de libros, y distintas cosas que van desde lo administrativo hasta actividades de contención y esparcimiento.
También se han efectuado al menos siete reuniones con los familiares en Chile. Igualmente, en Malasia se han reunido con ellos cada vez que han viajado, por lo que el embajador catalogó estas gestiones no solo como meramente funcionales: "son acciones de distinta naturaleza que van desde lo más simple, pero que también son muy relevantes porque conllevan una dimensión humana. Al gobierno de Chile, al Ministerio de Relaciones Exteriores (RR.EE.) y a la embajada en particular les interesa acompañarlos en el sentido humano, para que sobrelleven la situación de la mejor manera posible".
Respecto del estado de Felipe y Fernando, afirmó que están "con el espíritu muy en alto y ganas de que el proceso avance rápido. Esperamos que pronto tengamos noticias positivas, en el sentido de lo que la defensa está haciendo, de manera que estén próximamente en Chile con una historia más que contar respecto a sus vidas".
La autoridad confía en el proceso judicial que hoy enfrentan los jóvenes chilenos, pues "este país (Malasia) tiene un Estado de derecho pleno. Se trata de una democracia y es un país en donde las leyes funcionan. En este caso hay que dejar que los tribunales de justicia funcionen", concluyó.