Apenas habían transcurrido trece minutos del sábado 19 de octubre cuando el Presidente Sebastián Piñera anunció su decisión de decretar estado de emergencia en la Región Metropolitana, lo que significó dejar toda la seguridad interior en manos del Ejército. Desde ese momento, la medida se repetiría en 15 de las 16 regiones del país -el orden público continuaría bajo el mando de autoridades civiles solo en Aysén- y derivaría en toques de queda que en ciudades como Santiago, Valparaíso y Concepción se extenderían por seis días. Así era hasta ayer, cuando los jefes de defensa nacional levantaron los toques en todo el país, y cuando el Mandatario anunció que, desde esta noche (00.00 del lunes), el resguardo de la seguridad pública retornará a las policías tras nueve días.
El análisis desde el gobierno es que los hechos de violencia han ido a la baja. Al menos así lo demuestran las cifras del Ministerio del Interior: entre viernes y sábado, los "eventos graves" -como denominan a saqueos, incendios y disturbios- han disminuido de 61 a 33 episodios. Esto también se refleja en el número de detenidos, que pasaron de 542 a 284 durante el mismo periodo.
En Carabineros ya se preparan para retomar el control de las calles. En este sentido, desde la policía uniformada señalaron que a partir del lunes los despliegues operativos "serán readecuados, tanto mediante personal territorial como por integrantes de unidades especializadas y alumnos de los planteles educacionales. Esto es, oficiales y suboficiales que se encuentran en proceso de perfeccionamiento profesional. Lo anterior, con el objetivo de dar respuesta a diversas necesidades en materia de seguridad".
Según fuentes al interior del Ejército, el retiro de las tropas armadas se debe a que los desórdenes han disminuido a rango de robos normales. No obstante, en el caso de esta rama castrense, algunas unidades permanecerán acuarteladas a la espera que Carabineros se posiciones. De esto, dicen, dependerá el despacho de las unidades de diferentes guarniciones y reservistas desplegados desde el 19 de octubre. En caso contrario, no se descarta que los militares retornen a custodiar, e incluso, que se repitan medidas como los toques de queda.
Puertas abiertas
La búsqueda de la normalidad también se ve en el transporte: el servicio de Metro abrirá mañana lunes de forma parcial sus seis líneas, incluyendo la 4, la más afectada durante la última semana.
En este último caso, solo operarán 10 estaciones, entre Tobalaba y Quilín. Así, se espera que haya 72 estaciones funcionando, de un total de 136 que tiene la red.
El comercio también está abriendo sus puertas. Ayer, la Asociación de Supermercados informó que había 1.004 supermercados operando en el país (14 más que el viernes), alcanzando un 73%. El gremio contabilizó 33 establecimientos incendiados y saqueados, 344 saqueados y 28 locales con daños. Pese a que la asociación reconoce que sus cifras son "conservadoras", estas se asemejan al balance que hace el Ministerio del Interior. La presidenta del gremio de los supermercados, Catalina Mertz, explicó que el objetivo es restablecer cuanto antes el servicio "procurando contar con condiciones de seguridad tanto para los trabajadores como para los clientes". Añadió que "no se ha registrado desabastecimiento" y que se trabaja para resolver "todos los problemas logísticos".
Con la misma idea de retomar el funcionamiento habitual de la ciudad, varias cuadrillas de voluntarios limpiaron las calles del centro de Santiago tras la histórica manifestación del viernes.