La tarde de este sábado, pescadores artesanales que realizaban labores de búsqueda encontraron el cuerpo sin vida de una de las tres personas que desaparecieron el viernes, tras ser arrastradas por el bravío oleaje en una playa no habilitada de Pingueral, en la comuna de Tomé, Región del Biobío.
Se trata del cuerpo de un niño de cuatro años que fue hallado a unos diez metros de la costa, y a una profundidad de alrededor de siete metros. En tanto, su hermana, de nueve años y el padre de ambos, de 33 años, continúan desaparecidos.
El hallazgo fue confirmado por personal de la Armada, siendo pescadores que efectuaban labores de búsqueda a bordo de la lancha San Sebastián VI, quienes pudieron dar con el cadáver del menor, para posteriormente trasladarlo hasta una caleta cercana, y de ahí ser derivado hasta las dependencias del Servicio Médico Legal.
Al respecto, el jefe de la operación de búsqueda y capitán de la Armada, Jacob Silva, detalló que “fue una muy buena coordinación entre la experiencia de parte de los pescadores artesanales del área y la táctica del personal de la Armada (…) Se emplearon diversas herramientas que normalmente los pescadores suelen utilizar. Ellos le llaman araña, son una especie de ancla con punta y redes que ayudaron a materializar el rescate de la persona”.
Cabe recordar que los integrantes de este grupo familiar, que provenía de la ciudad de Talcahuano se encontraba pasando la tarde en el borde costero, cuando a eso de las 15 horas una ola arrastró a ambos niños. Ante aquello, los padres se arrojaron al océano para salvar a los menores, pudiendo solo la madre ser rescatada, quien se encuentra en el hospital de Talcahuano.
Tras el rescate, continúan más de 200 personas desplegadas en el sector, desde particulares hasta voluntarios de Bomberos, y funcionarios de distintas instituciones, efectuando labores de búsqueda tanto terrestre como marítima y aérea, además del uso de drones puestos a disposición por la delegación presidencial del Biobío.