Este miércoles, en el hall principal del establecimiento de educación superior, se oficializó a la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile como Centro Colaborador para el Desarrollo de Servicios, Capacitación e Investigación en el área de Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que se traducirá en un trabajo colaborativo entre ambas instituciones, que se desarrollará a cuatro años plazo junto a académicos y académicas del Programa de Salud Mental de la casa de estudios.
Olga Toro, jefa del programa de Salud Mental de la Escuela de Salud Pública y quien coordinará el centro, afirma que “recibimos esta designación con orgullo y humildad; es el primero en Chile y en Latinoamérica. Pienso que es la coronación de años de fructífera colaboración con un propósito común: promover y mejorar la salud mental de la población, considerando su determinación social y el respeto de los derechos humanos de las personas con problemas de salud mental”.
El otro centro dedicado a la salud mental en la región es el de la Universidad McGill en Canadá, pero su enfoque está en intervenciones en atención primaria.
Toro explica que esta nueva colaboración va a tener tres líneas de acción: estrategia de prevención del suicidio, salud mental en niñas, niñas y adolescentes (NNA) y la salud mental en situaciones de emergencia y desastres, como fue lo que generó la pandemia.
Se trata de tres puntos esenciales, pues de acuerdo a las últimas cifras de la OMS, las tasas de trastornos, como la depresión y la ansiedad, aumentaron en un 25% durante el primer año de la pandemia, sumándose a los casi 1.000 millones de personas que ya sufren algún trastorno mental. También advierten que a nivel mundial puede haber 20 intentos de suicidio por cada fallecimiento y, sin embargo, el suicidio representa más de uno de cada 100 fallecimientos. Es una de las principales causas de muerte entre los jóvenes.
Para trabajar en estas líneas de acción, la académica afirma que realizarán distintas labores: “Parte de las actividades que desarrollaremos son la investigación, la puesta al día de la evidencia disponible para los tomadores de decisión, generar jornadas regionales con los distintos países sobre estas temáticas y, por supuesto, también hacer formación, es decir, investigación, la entrega de nueva evidencia y la formación del recurso humano en salud”.
Por su parte, el director de la misma institución, el doctor Óscar Arteaga, señala que “el nombramiento de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud viene a fortalecer el trabajo que hacemos en formación de recursos humanos y contribución al desarrollo de políticas públicas en salud, que son parte de la vocación fundacional de nuestra escuela”.
Salud mental, una prioridad para la OMS
En 2013, los estados miembros de la OMS adoptaron el Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013–2020. Y se comprometieron a alcanzar las metas mundiales relativas a una mejora de la salud mental. Estas metas se centran en el fortalecimiento del liderazgo y la gobernanza, la atención de salud en la comunidad, la promoción y la prevención, así como en los sistemas de información y la investigación. Pero el último análisis de la OMS sobre los resultados de los países con respecto al plan de acción muestra que los avances han sido lentos.
“En la mayor parte del mundo, el enfoque de la atención que se presta a la salud mental sigue siendo el de siempre. ¿Con qué resultado? Los trastornos mentales siguen teniendo graves consecuencias en la vida de las personas, al tiempo que los sistemas y servicios de salud mental siguen estando mal equipados para satisfacer las necesidades de las personas”, revela el informe de OMS de 2022.
En ese contexto, la organización presentó un nuevo plan de acción 2013-2030 basado en tres vías de transformación: profundizar en el valor del compromiso, reorganizar los entornos y reforzar la atención de salud mental.
Por eso, el director de la escuela afirma que el nuevo centro colaborativo podría ser un aporte para avanzar en esta problemática: “La salud mental es un ámbito de la salud pública de extraordinaria trascendencia, el que ha incrementado su relevancia y visibilidad en el contexto de la pandemia que nos ha afectado estos últimos años y, por lo mismo, el reconocimiento que nos hace OPS/OMS, más allá del honor de la distinción que representa, constituye un enorme incentivo para seguir haciendo esfuerzos orientados a contribuir a mejorar la salud mental de la población, tanto en términos de prevención como en la organización de la respuesta del sistema de salud a los problemas que en este ámbito presenta la población de nuestro país”.
Fernando Leanes, representante de la OMS en el país, afirma que” esperamos enormes desafíos en este tema en Chile. Es un tema de enorme complejidad que se agravó significativamente por efecto de los confinamientos por Covid-19. Pero hay también una oportunidad grande, la demanda aumentó también porque este tema es menos estigmatizante y el gobierno de Chile lo ha puesto en el nivel de prioridad que correspondía”.